viernes, mayo 29, 2009

"The International" de Tom Tykwer


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Para ulular lastimeramente:
El personaje de Naomi Watts, un tanto intrascendente. Ciertas incoherencias de guión, como el rato que le toma a la NYPD enterarse de tamaño tiroteo en pleno Guggenheim. Y las arenas movedizas morales en las que se mueve su tramo final, a milímetros de empantanarse en un par de ocasiones
.

Para aullar efusivamente:
La atmósfera conspirativo-paranoica de su primera hora. El majestuoso uso de la arquitectura como símbolo de las fuerzas mayúsculas y poliédricas a las que se enfrentan los protagonistas. Clive Owen, pese a que este tipo de papeles los interprete ya con el piloto automático. La definición del personaje de Bryan F. O'Byrne, un asesino a sueldo nada sobreactuado que, en tres secuencias mal contadas, se las arregla para mostrarnos numerosos matices y una humanidad, de nuevo, jugosamente fordiana. El duelo dialéctico entre Owen y Armin Mueller-Stahl en la sala de interrogatorios. Y el tiroteo del Guggenheim, claro.

El consejo crepuscular:
No se la pierda; constate que existe el thriller "internacional" contemporáneo más allá de Jason Bourne. A continuación, zambúllase en su videoteca y recupere algún gran clásico del género, como Los tres días del cóndor. Finalmente, tome nota mentalmente de no volver a protestar una sola comisión en la vida, que los bancos las gastan pero que muy mal.

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miércoles, mayo 27, 2009

¡Y van tres!

Gracias gracias gracias...

¡Vamos vamos vamos!


Es una final y por tanto puede pasar de todo: pregúntenselo al Steaua de Bucarest, a Madjer o a Koeman, de últimas a John Terry. Toda vez eliminado el lugar común, pasemos a lo que importa: esta noche se enfrentan los dos mejores equipos de Europa, quizá del mundo. El mancuniano tiene mejor defensa y un contraataque eléctrico; el barcelonés cuenta a su favor con el centro del campo y la magia de su trío atacante. Cada vez que los primeros han pisado este escalafón, se han llevado la copa orejuda; los segundos suman un título menos con tres finales más. Toda vez eliminada la estadística, pasemos a lo que de verdad importa: en apenas nueve meses, Guardiola nos ha hecho a los barcelonistas tal limpieza de cutis que no les extrañe vernos cualquier día de estos en la portada de Elle. Vestir la camiseta azulgrana por la calle ya no es síntoma de afinidad ("soy del Barça") y sí de identidad ("el Barça soy yo, somos nosotros"). Hay comunión con las ideas y actitudes desplegadas por el equipo y, con la actuación del Bernabeu por estandarte, se ha comenzado a perder de vista el tradicional fatalismo culé. El triunfo está caro pero se saldrá a por él: es todo lo que necesitamos saber a esta orilla del Mediterráneo. Y no es mala cualidad para, a partir de las 20:45, comenzar a tentar de paso a la caprichosa diosa Fortuna: la suerte, como la leyenda, es para quienes con más ahínco la buscan.

martes, mayo 26, 2009

Desde ya en su quiosco más cercano...


Famous Last (but one) Words (178)

"El País: Después del doblete, da la sensación de que, si se pierde en Roma, no pasa nada.
Andrés Iniesta: Sí que pasa. Hemos hecho un trabajo muy bueno y nos quedan noventa putos minutos. Podemos hacer historia, ganar al campeón viniendo de la fase previa... Sí pasa, sí..."

(Hay actitud, señores; apenas ocho preguntas más tarde, O Mago Da Ictericia vuelve a insistir con el exabrupto: "Son noventa putos minutos y podemos ganar lo que nunca ha ganado nadie. Eso sólo me genera ilusión". Sin duda, el tanto de Stamford Bridge ha hecho de él nuestro Drogba privado.)

lunes, mayo 25, 2009

DEP


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Jay Walter Bennett (1963-2009) - Quiso ser el McCartney de Wilco pero Tweedy no estuvo por la labor; aunque no quepa repartir culpas, queda claro que él fue quien peor parado salió del desencuentro (se pueden escuchar dos o tres de sus interpretaciones de temas para Yankee Hotel Foxtrot en el álbum que grabó con Edward Burch, The Palace at 4:00am). Algo más allá, en palabras de Galleta, "fue un tío brillante al que no se le ha hecho justicia".

"Star Trek" de J.J. Abrams


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Para ulular lastimeramente:
Es ligeramente dispersa y en exceso blanca: salvo por el prólogo, no se dan situaciones que permitan la menor reflexión por parte de los personajes, mucho menos elecciones morales como la que en La ira de Khan motivaba la legendaria frase spockiana de "el bien de la mayoría es superior al bien de la minoría o de uno solo". Abrams tiene muy clara la meta y, desde el minuto 5 hasta el 122, tiene a sus criaturas corriendo hacia ella (
eso sí, menuda carrera la suya).

Para aullar efusivamente:
Que apenas dé respiro. Que sea fiel a la saga original sin flirtear con el hermetismo de una clase de sintaxis klingon. El tono de ópera espacial de sus espectacularísimas batallas galácticas. Su banda sonora y el uso del sonido (nótese el silencio en que transcurren los primeros segundos de la caída libre de Kirk y Sulu, por ejemplo). Que beba tanto de Star Wars (la batalla de la plataforma minera es El retorno del Jedi, el planeta helado es El Imperio contraataca, la salida de la nave de Spock convierte el mamotreto romuliano -muy H.R. Giger, por cierto- en una nueva Estrella de la Muerte...). Que sus actores no lleguen a desentonar (aunque Simon Pegg flirtea con el miscasting y Zachary Quinto cumplía mucho más como Sylar). La participación de Leonard Nimoy, capaz de ponernos el vello tan de punta como las orejas. El juego que le vuelven a dar a Abrams las paradojas espacio-temporales y las realidades alternativas. Y su prólogo: de libro, oigan.

El consejo crepuscular:
A menos que seas alérgico al pelo de alienígena y viajar allí donde ningún hombre ha llegado antes te provoque mareos, no te pierdas, oh lector crepuscular, este festival. Y ya sabes, en uno u otro caso, "live long and prosper"...

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martes, mayo 19, 2009

"Scream" de Chris Cornell

No es mala cosa, en este mundo de medianías, que la escucha de un disco te aboque a la carcajada. Es posible que exactamente no fuera ése el objetivo de Chris Cornell al contratar los servicios productores de Timbaland. Pero sí es el resultado de algún que otro corte donde el guaperas del grunge, ex líder de Soundgarden y Audioslave, se nos aparece cual papichulo caribeño con la épica diluida a base de piña-coladas. Si uno mantiene su apuesta por el sentido del humor en vez de sentir mancillada la memoria de Seattle (y del clímax emocional del Collateral de Michael Mann), el resto no deja de ser un disco la mar de entretenido, lleno de ritmo y gracia, con algún que otro tema lo suficientemente digno como para que alabemos la voluntad de reinventarse desplegada por el amigo (Mojo lo describió en términos de “tener huevos”). Y, puesto que la cosa no da para demasiadas escuchas, corremos ante el televisor en espera del dueto con Janet Jackson. O con Britney -si incluye a Beyoncé, aplaudiremos con las orejas.

(Esta reseña ha aparecido en el número de mayo de Go Mag)

viernes, mayo 15, 2009

El proceso en el castillo de la metamorfosis

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L. y O. visitaron Berlín y desde allí nos remiten esta kafkiana cita sobre la influencia que en nosotros puede llegar a desplegar la gran literatura. Lo que es motivo de un agradecimiento del tamaño de cierta cucaracha gigante, cuyo peso era sin duda el de todas las preguntas que jamás obtuvieron respuesta.

miércoles, mayo 13, 2009

"Whitechapel" de S.J. Clarkson

Allá por 1988, cuando se cumplía un siglo de la correría homicida de Jack el Destripador por las calles del este de Londres, la CBS produjo una miniserie catódica promocionada a priori en cuanto iba a revelar la identidad del psicópata y celebrada a posteriori por la maravillosa interpretación de Michael Caine en el papel del inspector Abberline (Globo de Oro incluido). Dos décadas y un From Hell más tarde, la ITV ha tenido a bien revisitar la historia desde una perspectiva contemporánea, con un copycat del asesino decimonónico buscando el más difícil todavía: acabar con otras cinco mujeres pese a seguir el mismo guión histórico, burlando a una policía que conoce la fecha y el escenario en que cada crimen tendrá lugar. Y los resultados, aunque ciertamente más humildes, no desmerecen: sus tres episodios se devoran en una noche y se las arreglan para, desde un empaque visual cercano al Seven de Fincher, recordar a los fans de CSI que, mucho antes de los Bundy y Gacy, Gran Bretaña contó ya con el primer gran asesino en serie de la modernidad; uno tan bueno que a la sazón jamás fue descubierto.

(Whitechapel ha sido dirigida por S.J. Clarkson, responsable de varios episodios del Life on Mars original, y tiene por intérpretes principales a Rupert Penry-Jones, Philip Davis y Steve Pemberton.)

martes, mayo 12, 2009

Famous Last (but one) Words (177)

"Gusiluz no puede faltar para iluminar nuestro camino hacia la gloria!!!" - Hermano de este ladrador crepuscular evaluando con optimismo la posibilidad de que Iniesta acabe disputando la final de la Champions League una vez superada su microrrotura muscular.

"Segundo matrimonio" de Phillip Lopate

Breve, impresionista, parte de un díptico que nos llega partido con el beneplácito del autor (su primera parte contratante, The Stoic’s Marriage, guardaba excesivo parecido con El mercader de alfombras, obra escrita en 1987 pero que aquí vio la luz hace apenas un par de temporadas), Segundo matrimonio marca el reencuentro de Lopate con la ficción tras cerca de dos décadas de silencio novelístico. Y se trata de un retorno agridulce, ya en el fondo (cada nueva relación de pareja como triunfo de la esperanza sobre la experiencia, parafraseando la cita de Samuel Johnson que preside la obra), ya en una forma austera y funcional, efectiva en la creación de atmósferas pero tan de otro tiempo que uno juraría haber leído con anterioridad el mismo libro (lo hizo, por ejemplo, aunque con algo más de neurosis y simbolismo, en las páginas de Personajes desesperados de Paula Fox). Vicio menor, el del déjà vu, que Lopate sortea con la virtud de la concisión, desperdigando de paso a varios personajes definidos en dos pinceladas pero tremendamente efectivos a la hora de retratar desde la interacción las maneras de la pareja protagonista. Cuyo desencuentro, a todo esto, sale a relucir en un (ahora sí: magistral) tramo final, diez o quince páginas que desnudan en toda su crudeza el gran drama de la convivencia entre hombres y mujeres: mientras ellos dicen gimnasia, ellas piensan en la magnesia. O en gasterópodos, si a eso vamos.

(Esta reseña ha aparecido en el número de mayo de Qué Leer)

sábado, mayo 02, 2009

Real Madrid 2 - F.C. Barcelona 6

La diferencia de juego vivida durante toda la temporada se ha plasmado en el campo. No han sido pocas las ocasiones en las que un Barça plagado de estrellas llegaba cohibido al Bernabeu y perdía por no estar a la altura. Hoy no ha sucedido así. El triunfo comenzó a gestarse en la actitud marcada desde el banquillo y ha sido refrendado sobre la hierba por un auténtico equipazo. El resto, lectores crepusculares, es pura, rotunda, hermosa felicidad.

Ted, just admit it...