En su emotivo y muy notable ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (Lumen, 2012), Jeanette Winterson realiza un comentario sobre la debacle cultural y social de la Inglaterra de Thatcher que bien podríamos aplicar a nuestro aquí y ahora:
"No fui consciente de que cuando el dinero se convierte en el valor supremo la educación se orienta hacia lo práctico y la vida intelectual no se considera buena a no ser que produzca resultados medibles. Que los servicios públicos dejan de ser importantes. Que una vida alternativa de gasto y consumo será muy difícil si desaparece la vivienda barata. Que cuando se destruyen las comunidades solo queda miseria e intolerancia."
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