martes, julio 31, 2007
DEP
Alineación digital
"Ya, le he oído comentar en el documental Dragon Songs que tocar el piano es casi tan difícil como jugar al fútbol. ¿Me lo puede explicar?
Sí, así es. Todo tiene su dificultad. Para jugar al fútbol hay que saber. Todos los grandes jugadores toman sus grandes decisiones en el campo como si fueran artistas. Desde dónde colocan la pelota hasta la configuración, el ritmo: ahora rápido, después lento. En piano tienes diez dedos, como los jugadores sin portero, y debes decidir cuál utilizas en la mejor posición. Como dijo Liszt, el truco está en que cada dedo es un ente, y los diez al tiempo, un bloque. Como en un equipo cuentas con grandes individualidades; pero, como grupo, necesitas un equilibrio."
lunes, julio 30, 2007
A vueltas con la Generación Nocilla dichosa...
¿Existe la Generación Nocilla? (O, si lo prefieres, porque el término generación no te guste, el grupo...)
No creo que exista una Generación o Grupo Nocilla. Cierto es que varios de los participantes del Atlas Literario Español celebrado en Sevilla formaron parte del grupo barcelonés La Gancho Divine: Gabi Martínez, Álvaro Colomer, Ricard Ruiz, un servidor… Pero aquella formación nació de nuestra amistad e interés por la literatura antes que de grandes posicionamientos estéticos (a día de hoy seguimos jugando a fútbol o saliendo de copas sin necesidad de lema alguno).
Personalmente, admiro cómo Gabi ha sabido recuperar la novela de aventuras en Sudd. Comparto con Ricard la idea de que La ofensa de Ricardo Menéndez Salmón es de lo mejorcito publicado durante el último año. Y considero que Agustín Fernández Mallo es un notable narrador con un aún mejor discurso teórico a sus espaldas (Nocilla Dream es mejor en entrevista que leída, y leída es buena). No obstante, la comparación de todas esas obras, entre sí y respecto a la mía, arroja unos parecidos demasiado escuetos como para fundar una generación sobre ellos. Claro que, bien mirado, quizá seamos la primera generación basada en la variedad antes que en la semejanza. Pero no me corresponde a mí juzgarlo.
¿Cómo surge, cuál sería su fecha de creación/fundación/ detección?
Si algún día se nos ha de ver como generación, diría que un embrión fue la ya citada La Gancho Divine, y que Sevilla'07 nos permitió entrar en contacto con otros autores a los que admirábamos y, quizá, influenciarnos mutuamente.
¿Quienes son vuestros modelos y maestros?
El abanico es demasiado amplio. Los míos concretamente van desde el Francisco Casavella de El triunfo hasta el Jonathan Lethem de La Fortaleza de la Soledad... En algún momento coincidimos también en nuestro interés por Javier Calvo.
¿Qué rasgos distinguirían a esta generación?
(Si la hay o habrá, perdón por insistir) Su carácter heterogéneo, las coincidencias puntuales y temporales. Gabi y Álvaro sirviéndose de la crónica como posicionamiento político o para meter el dedo en la llaga, para hablar sobre lo que generalmente no se toca… Quizá la alegría con la que saltamos entre realidad y ficción, compartimentos cada vez menos estancos: Ricard camufla de ficción una serie de historias reales sobre la esquizofrenia mientras yo disfrazo de realidad la biografía de un personaje completamente inventado. También ese "filtro tecnológico" del que habla Fernández Mallo: para bien o para mal, la televisión, el vídeo/dvd e Internet están afectando nuestro modo de ver el mundo. Muchos de nuestros trabajos suman aludes de referencias, como si de links cibernéticos se tratara.
¿Qué os diferencia de vuestros mayores?
No lo sé. Si mi mayor más inmediato es Casavella, lo cierto es que quiero parecerme a él y escribir igual de bien antes que distanciarme.
¿Y de vuestros contemporáneos?
A veces todo. En ocasiones nada. Quizá, como respuesta a las últimas dos preguntas, se debería aclarar que cambiamos de una obra a otra. ¿Cómo parecerse a otros si no quiere uno parecerse demasiado a sí mismo?
domingo, julio 29, 2007
Crónicas de Benicàssim: Bright Eyes
No es cosa común que un chaval de 14 primaveras vaya editando discos a la salida de la escuela en vez de pasarse las tardes hostiándose con el monopatín. Menos habitual incluso resulta que ese mismo joven, 13 años más tarde, sea comparado con Bob Dylan y Bruce Springsteen pese a no cargar con un Blonde On Blonde o un Born to Run sobre sus compositivas espaldas. Tampoco parecería normal que una de las sensaciones musicales del momento en las barras y estrellas permanezca fiel a su Nebraska natal en vez de ceder a la atracción de esos polos brillantes y opuestos, plenamente complementarios, que son Nueva York y Los Ángeles. O que su paleta fluctúe entre el ego-emofolk más autoflagelante y la fría reflexión apocalíptica, entre la intimidad de un punteado acústico y el barroquismo de un estallido orquestal, en los dos segundos que separan un corte del siguiente… Son tantos, en definitiva, los lugares que Conor Oberst ha visitado cuando no le tocaba (y viceversa) que Conor Oberst parece haber estado ya en todas partes.
Desde anoche, Benicàssim es una muesca más en su muy particular y peculiar trayecto hacia la leyenda.
Cerraba Bright Eyes su gira. Y, porque con el amigo no hay prejuicio que valga, decimos bien Bright Eyes: una banda múltiple, con sus dos baterías y su sexteto de viento y cuerda, embutidos sus miembros en blanco uniforme de gala, que se reveló tan intensa y comprometida en cada ejecución como su líder, reputado por la púber fiereza con que acomete tema tras tema. Espléndida puesta en escena, y no menos fabulosas maneras, lució pues la presentación española de Cassadaga, psicofonías y proyecciones de un tablero ouija incluidos. Sumémosle alguna pieza previa y por ello ya clásica, como el celebrado First Day Of My Life, amén de un sentido del espectáculo digno del Boss de las The Seeger Sessions, y obtendremos una faena memorable, en efecto muy, pero que muy fuera de lo común.
El mejor momento: Los coros finales de Hot Knives, primera de las muchas ocasiones en que la banda se reveló como la suma perfecta de muy diversas actitudes y emociones (tal que los Arcade Fire esos, oigan...).
viernes, julio 27, 2007
Las mandodiettes
Crónicas de Benicàssim: Kings of Leon
“Estos de The Hives tendrían que hacer un vídeo y pasárselo a los Arctic Monkeys”, decía Job Ledesma, el Will Smith de esta redacción, durante el concierto estrella del domingo. Pero los de Alex Turner habían regresado ya a sus colonias de verano, de modo que fueron los Followill quienes tuvieron que lidiar con el legado de los suecos. Si a tal patata caliente se le suma que Kings of Leon andan a día de hoy con el rumbo embrollado, no sabiéndose si Creedence o si Allmans o si banda de rock moderno, en fin, la cosa apuntaba a (y acabó acertando en) la diana del concierto correcto pero carente de mayor historia. Una lástima la represión que parece obrar sobre los chavales, músicos ciertamente dotados todos ellos y dueños de un tercer álbum tan valiente como logrado (por más que al Maestro Ledesma no le haya dicho el qué).
Mejor momento: Aquellos instantes en que la saturación de graves dio un respiro a las instrumentaciones de una banda que siempre hace los deberes.
jueves, julio 26, 2007
My Own Private FIB Heineken 2007
miércoles, julio 25, 2007
"Traffic and Weather" - Fountains of Wayne
(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Go Mag)
La pobreza de nuestro blogcabulario
- Blogger, blog, shit, oh, yeah, stupid, post, ok, stuff, lovely, myself, update, nice, me, my.
(Pasatiempo de verano: fórmese una frase que contenga, por lo menos, diez de estos términos. La propuesta de este ladrador crepuscular diría algo así como: "My stupid blog makes me feel so nice about myself every time I update it with some new post or stuff that I cannot help but feeling lovely, oh yeah!".)
martes, julio 24, 2007
Las dos frases del apagón
"Look! Star Wars!" - A.I. a eso de las diez de la noche, al ver los instrumentos fluorescentes con que la Guardia Urbana dirigía el tráfico en los muchos, muchísimos cruces de la ciudad cuyos semáforos habían quedado inutilizados.
lunes, julio 23, 2007
sábado, julio 21, 2007
viernes, julio 20, 2007
Famous Last (but one) Words (120)
jueves, julio 19, 2007
"El Gran Vidrio" de Mario Bellatín
Los de Mario Bellatin son sueños como está mandado: fragmentarios, contradictorios, tutelados por pulsiones primordiales que a la luz del día no dudaríamos en calificar de obscenas, quizá perversas. Los sueños de Mario Bellatin son como los de Luis Buñuel, quien no en vano logró conjugar lo prosaico y lo surrealista con México por escenario: aquellos que aspiran a la normalidad burguesa aparecen como sus primeras víctimas. Los sueños de Mario Bellatin se encarnan aquí en tres autobiografías marcadas por la marginalidad y la deformidad, por la religión y la obsesión hacia los animales de compañía. Elementos cuya recurrencia viene a amparar la pirueta final del autor, en efecto juez y parte, narrador y personaje, de todo lo leído con anterioridad. “Escribir solo por escribir”, tal es la voluntad presente de Bellatin. Experimentar a partir de la propia experiencia onírica. Lo cual se traduce en unos textos arbitrarios pero no gratuitos, algo más allá de la mera apostilla a su intenso universo creador pero algo menos acá de la obra con cara y ojos que era, por ejemplo, la anterior Damas chinas. No debería el no iniciado, por tanto, descartar de buenas a primeras El Gran Vidrio. Sí el lector habitual del mexicano, en cambio, asomarse a este terreno de vanguardia que dinamita géneros y certitudes en su travesía al fin de la noche. Sus tres espirales no le resultarán particularmente cómodas, pero es que a estas alturas de la partida ya deberíamos tener constancia de que realidad y monstruosidad son conceptos afines. Y de que, en definitiva, los sueños sueños no siempre son.
(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Qué Leer)
miércoles, julio 18, 2007
It's a Homer Simpson World
Apología de un ejercicio de cinismo
(Fueron 38, y no 34, las faltas cometidas por la canarinha durante el partido. Josué y Baptista firmaron ocho cada uno, pero hasta once jugadores contribuyeron al baile de bastones -de ellos sólo cuatro fueron amonestados con tarjeta amarilla, en dos ocasiones por pérdida de tiempo, mientras que el amigo Josué abandonó el terreno de juego inmaculado.)
martes, julio 17, 2007
"Harry Potter and the Order of the Phoenix"
lunes, julio 16, 2007
Los perros de la Copa América
Durante mucho tiempo, Brasil miró con recelo a sus porteros. ¿Cómo confiar en un tipo que prefiere quedarse bajo los palos, jugando con las manos, en vez de salir a facturar fugaces colas de vaca y elegantes sombreros? Pero los tiempos de tan lírica ingenuidad han llegado a su fin. Anoche, durante el Brasil-Argentina que cerraba
La de Dunga fue una selección canina: defendió a mordiscos y contraatacó en rabiosas galopadas. Como resultado, el pánico se adueñó de todos los sectores del campo albiceleste, con los de arriba recibiendo en lo físico y los de abajo encajando un golpe tras otro en lo moral. 34 faltas sumaron los amarillos en su ejercicio de exitoso cinismo. Y 34 veces intentaron Riquelme y Messi el mismo tipo de lanzamiento, picado al centro del área pequeña, para deleite de unos centrales brasileños elevados a la categoría de frontón. Señal del cortocircuito que se adueñó de las neuronas argentinas cuando se vieron superadas en una disciplina que creían dominar, por lo menos en lo que a Sudamérica respecta: el juego físico, a continuación subterráneo, finalmente sucio, muy sucio y feo y pesado.
Siguiendo los pasos de Italia en el Mundial, Brasil se hizo con
domingo, julio 15, 2007
Dejé Londres a la caída del Imperio...
sábado, julio 14, 2007
Famous Last (but one) Words (119)
viernes, julio 13, 2007
"Live Free or Die Hard"
Posiblemente, una de las mejores cuartas partes de la historia del cine...
Lo cual, a bote pronto, podría dar pie al siguiente listado...
1) Harry Potter and the Goblet of Fire de Mike Newell
2) Live Free or Die Hard de Len Wiseman
3) Alien: Resurrection de Jean-Pierre Jeunet
4) A Nightmare on Elm Street 4 de Renny Harlin
5) Sudden Impact de Clint Eastwood
6) The Phantom Menace de George Lucas
7) Star Trek IV: The Voyage Home de Leonard Nimoy
8) The Sum of All Fears de Phil Alden Robinson
9) Halloween IV: The Return of Michael Myers de Dwight H. Little
10) Police Academy IV: Citizens on Patrol de Jim Drake
Famous Last (but one) Words (118)
jueves, julio 12, 2007
Visto al pasar
miércoles, julio 11, 2007
martes, julio 10, 2007
Falling In Love Is Hard On The Knees (18)
"La vida privada de los árboles" de Alejandro Zambra
Novela ésta concisa, de personajes cotidianos y argumentos no menos comunes y corrientes (similar en su punto de partida, por cierto, al reciente Tomorrow de Graham Swift), naíf pero entrañable, metaliteraria y preñada de homenajes, quizá menos conmovedora de lo que debiera pero, a fin de cuentas (y de adjetivos), seductora en sus botánicas maneras. Tiene voz Zambra, y tiene ritmo también. Corre el riesgo de que la gracia no le aguante demasiados rounds más, pero tampoco es de descartar que, bien regado como está por sus fuentes, crezca imperceptible pero rotundamente, lo mismo que la flora que le sirve de leitmotiv.
(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Go Mag)
lunes, julio 09, 2007
Más allá del libro: Nuevos géneros en la red
(He aquí el segundo de los parlamentos, primero cronológicamente hablando, que realicé durante el Atlas Literario Español de Sevilla.)
Ante todo, creo hallarme en esta mesa redonda por el hecho de ser dueño de varios blogs, y de que uno de ellos haya germinado en una novela, maldeamores, que ahora mismo comienza a circular por los intestinos del mundillo editorial. Otro, ladridos crepusculares, tiene menos vocación literaria que de cajón de sastre fílmico, musical, político… Un tercero estaba dedicado al mundo del fútbol, etc.
En fin, que, al menos en lo que a los dos primeros respecta, dudo que se pueda hablar de un nuevo género. La novela por entregas difícilmente podría catalogarse de novedad, y mucho menos cabría adjudicarle tal etiqueta a los diarios personales, sean de corte autobiográfico o mera colección de notas. En ese sentido asistimos simplemente a un cambio de soporte, la página de periódico o revista y el dietario físico se vuelven entradas virtuales: no tengo la sensación de que el cambio de medio haya afectado a la forma. El mensaje aquí es maldeamores lo mismo que hace 170 años podía ser Los papeles del Club Pickwick.
Ahora bien, ¿qué puedo ofrecer a Seix Barral y a mis contertulios para justificar mi presencia en esta mesa?
Pues la sugerencia de que la red, las nuevas tecnologías, quizá estén motivando la aparición de nuevos géneros, pero que no necesariamente están cobijándolos.
Así, durante los últimos meses he encontrado varias obras en formato de libro que creo alumbradas a partir de las sinapsis neuronales propias de nuestro tiempo televisivo y cibernético antes que de cualquier otro. Permítanme poner algunos ejemplo:
El Nocilla Dream de Agustín Fernández Mallo como novela-zapping donde cada capítulo representa un cambio de canal y, por aquello del azar, en ocasiones los canales acaban coincidiendo geográfica o espiritualmente (lo único que la alejaría de la novela coral del siglo XX es la arbitrariedad con que el autor intercala en su zapeo los documentales científicos del Discovery Channel).
Harkaitz Cano y El filo de la hierba como novela-google: a partir de la búsqueda “Hitler + Chaplin”, el autor da con una serie de resultados afines que acaba fundiendo en uno solo para a continuación ofrecerlo a la interpretación (o la recreación) del lector/cibernauta.
(Por cierto que el que estos dos autores hayan surgido del terreno de la poesía nos debería abocar quizá a otra mesa redonda titulada “Lírica y semiótica tecnológica”, o algo por el estilo…)
Por último, La ofensa de Ricardo Menéndez Salmón como novela-extra de DVD: toda vez conocida la película (cualquiera de las muchas que han articulado su sinopsis en torno a los conceptos “horror nazi” y “pérdida de la inocencia”), rebusca en ella hasta dar con una anécdota que, presentada de forma necesariamente breve, satisfaga lo mismo por su corrección formal que por su carácter complementario respecto a las toneladas de material ya visto.
Son sólo tres ejemplos, mucho no se puede generalizar a partir de ellos. Y es posible que su gestación nada tuviera que ver con los elementos tecnológicos con los que los he relacionado. En tal caso, lo audiovisual y lo cibernético comienzan a hallarse tan ligados a nuestra circunstancia que hasta nos prestan herramientas de interpretación.
Quiero destacar, finalmente, una sensación que me produce cierta reciente narrativa española. Frente a las toneladas de posibles referentes, frente a una tradición precisamente voluminosa, varios de nuestros autores están optando por la brevedad, por un trayecto por la periferia de sus temas antes que por intentar explicar todo lo que existe entre el Alfa y el Omega. Tal es el miedo, entiendo, a volver a contar lo mismo ante unos lectores que ya conocen la historia a la perfección. Es por eso que La ofensa, El filo de la hierba, Nocilla Dream, La persona que fuimos o mi propio maldeamores parecen en ocasiones variaciones, quizá incluso apostillas a otra obra original. A fin de cuentas, ese libro original ya está escrito; algunos lo han leído y otros, los más, lo han visionado en su adaptación cinematográfica descargada de Internet. Quizá allí se encuentre el nuevo género que andábamos buscando:
El género ha de ser, cada vez más, todo cuanto contenga la cabeza del autor.
domingo, julio 08, 2007
viernes, julio 06, 2007
Sir Peter Blake
Editors - "An End Has a Start"
(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Go Mag)
jueves, julio 05, 2007
Fragmentos de una caída
"Nothing is next. There is no next. This was next. Eight years ago they planted a bomb in one of the towers. Nobody said what's next. This was next. The time to be afraid is when there's no reason to be afraid. Too late now."
"The world changes first in the mind of the man who wants to change it."
"Amir said simply there are no others. The others exist only to the degree that they fill the role we have designed for them. This is their function as others. Those who will die have no claim to their lives outside the useful fact of their dying."
"Falling Man as Heartless Exhibitionist or Brave New Chronicler of the Age of Terror."
De Falling Man de Don DeLillo.
A los Peter Parker de este mundo...
Miss Aniela gusta de photoshopearse a sí misma, a veces con resultados interesantes...
miércoles, julio 04, 2007
Ecos sevillanos
"(...) La nota esencial es la variedad. (...) no comparten influencias, no se leen, no creen en grupos, no les interesa la política. Ni siquiera tienen la misma edad (...). Otra característica los emparenta: su interés por el cine. Si se sumaran las referencias hechas a películas y escritores, las primeras ganan por goleada. Se habló poco de literatura. Casi no se mencionó a ningún autor español y que pertenezca a una generación cercana. Estos autores son cosmopolitas, tienen una gran familiaridad con la televisión, están sometidos a influencias muy diversas -casi ninguna de la palabra escrita- y se sirven de las nuevas tecnologías. El corolario es previsible: cada cual va a su bola, pero todos mezclan referencias variadas y, en general, hacen una literatura híbrida. Muchos viven o quieren vivir de la escritura. Así que pasan de transmitir grandes entusiasmos. Prefieren saber qué hay que hacer para salir de pobres."
Palabras que han provocado cierta indignación en el blog de más de un asistente al congreso y que, en cuanto asistente al congreso y dueño de un blog, motivan a su vez los siguientes ladridos crepusculares por parte de este ladrador crepuscular:
1) En efecto, tal es la impresión que más de una y más de dos mesas redondas produjeron. Algunos fueron culpables por acción, y es de recibo contarme entre los que lo fueron por omisión: no dije haber leído a una decena de los presentes, no reivindiqué mi admiración por Casavella, no reclamé que dejáramos de hablar de dinero, no manifesté mi afinidad respecto al grupo de los Ricard Ruiz, Gabi Martínez, Álvaro Colomer...
2) ¿Por qué Rojo construye su crónica a partir de la negación? Mentir no miente, pero prefiere por ejemplo recordar que no nos hemos leído entre nosotros a destacar a quienes se declararon interesados en leerse más...
3) En su blog El rincón del distraído, Rojo recuerda las influencias (literarias) esgrimidas por Luis Manuel Ruiz y Ricardo Menéndez Salmón. Sin escarbar demasiado en la memoria, recuerdo a bote pronto a otros dos o tres autores mentando a George Saunders y David Foster Wallace. Por no destacar que, tinto en mano y tapas frente a la boca, Menéndez Salmón y Agustín Fernández Mallo prefieren hablar de Wittgenstein antes que de fútbol o de las medidas de la camarera. ¿De verdad es ésta una generación catódico-iletrada?
4) A favor de Rojo, concederemos que el Atlas siempre debió ser poco noticiable, por heterogéneo. No se nos reunió, entiendo, a raíz de unas condiciones existentes a priori (edad, intereses, número de títulos publicados o de premios recibidos, amistad...) sino por cuanto pudiera surgir a posteriori tras esta toma de contacto. Los resultados de la experiencia quizá, sólo quizá, serán noticia de aquí a un lustro. Demasiado lejanos y demasiado inasibles, sin duda, para el gusto del plumilla periodístico (una obviedad no recordada por Rojo: Espido Freire es notablemente más atractiva que Álvaro Colomer).
Todo esto, desde luego, se ha dicho antes y se ha dicho mejor. Me remito, por ello y a modo de colofón, al siguiente comentario de Ricardo Menéndez Salmón en el ya citado blog de Rojo:
"Quizá somos pesimistas o cargamos demasiado las tintas porque amamos mucho más de lo que creemos esto que hacemos. Al menos mi impresión en los pasillos, aledaños y bares del Congreso fue la de encontrarme, en 9 de cada 10 casos, con gente que no sólo tiene muy meditada su concepción de la literatura, sino que se siente ligado a ella por vínculos que comprometen su vida entera. A mis colegas de Congreso le brillaban los ojos al mencionar ciertos nombres. Doy fe de ello. Y ni los alcaloides ni los caldos andaluces tenían la culpa de semejante entusiasmo. Hablar con Álvaro Colomer, Vicente Luis Mora o Gabi Martínez, escuchar a Milo Krmpotic, Jorge Carrión o Juan Carlos Gea, no sólo me invita a pensar que la literatura española, independientemente de sus etiquetas catastrales (al fin y al cabo, qué es la edad sino un expediente burocrático), posee un futuro, sino que me anima a afirmar que tiene un presente, no sé si admirable pero en cualquier caso respetable."
Amén...
martes, julio 03, 2007
La canción que no pude pinchar el sábado
Tony the Beat de The Sounds... Podría alegar presiones del dueño de la sala, amenazas de la discográfica o los siempre oscuros tejemanejes propios del sábado noche cuando se presenta enfebrecido... Pero la verdad es que simple y llanamente olvidé meter el disco en la maleta.
(Desde aquí un saludo a DJ Otto, padrino y compañero de sesión, dueño de diez grandes minutos pinchadiscos que respondieron a la pregunta "¿Dónde estabas, dónde estabas tú en 1977?")
lunes, julio 02, 2007
Ficción y realidad: Cruzando fronteras
Vivimos en un mundo de inmediateces. Un mundo en el que incluso los dos o tres pasos de rigor hacia la suspensión de la incredulidad comienzan a antojársele a más de uno una pesada caminata, quizá por la cantidad de veces en que ya los hemos dado. Y el hastío se produce a ambos lados de la línea de creación: malditas las ganas que tengo yo de incurrir en descripciones meramente localizadoras, a menos que busque crear ciertas sensaciones en el lector amén de informarle.
El caso es que, frente a este hastío, o te pones estupendo y creas tu propio Macondo o te lanzas a explicar lo que te es estrictamente contemporáneo. Lo bueno del segundo caso es que no necesitas ser un genio, no se ha hecho antes y siempre habrá alguien necesitado de que le ayuden a comprender cuanto le rodea. Llegado este punto, el autor puede tanto ejercer de maestro de ceremonias (como Don DeLillo en la reciente Falling Man, por ejemplo) como confundirse en el foso de la orquesta (y pienso ahora mismo en firmas en su momento consideradas “generacionales desde dentro”, como la de José Ángel Mañas por ejemplo). Y el género novelístico sigue tirando hacia delante y, de algún modo, tanto lectores como escritores continúan felices a lo suyo.
Hay en esta mesa nombres mucho más dotados a la hora de hablar del paso de la realidad a la ficción: Gabi, Ricard y Álvaro lo han hecho de forma excelente en alguna ocasión... Pero a mí me gustaría comentar brevemente la opción opuesta, la de quien cruza esa frontera desde el país de la fábula.
En mi primera novela adulta publicada, Sorbed mi sexo, quise efectuar un trayecto a la vida del famoso chef francés Paul Boissel, que como todos recordarán acabó con su vida cercenándose el pene hará ahora quince años. Bueno, en realidad no todos lo recordarán, porque Paul Boissel jamás existió, al menos no como Paul Boissel. Pero sí como el mejunje de diversos personajes y situaciones que se cocían dentro de mi cabeza.
Todo escritor que se precie les dirá que sus personajes quizá no existan, pero que en cualquier caso merecían ser inventados. Y que qué mejor manera de solventar esa ausencia que dándoles vida entre sus lectores.
Porque para el libro me serví de una falsa investigación periodística, porque le presté la forma de una falsa biografía, intuí que la mejor manera de construir un puente hacia la veracidad de Paul Boissel era comenzar mintiendo sobre mí mismo, el autor. Así, me sumé una década de vida, me otorgué la nacionalidad francesa, me concedí un título universitario del que carezco, me adjudiqué otra obra biográfica que sí había escrito pero jamás publicado y convertí el resultado, que desde luego ya no era yo, en el segundo personaje más importante de la obra.
Y creo que funcionó. No es ya que en
Con todo esto, supongo que lo que quiero decir es que existen aún salvoconductos que permiten cruzar la frontera. Y que quizá uno de ellos consista en sacrificar al autor por el camino.
Se arriesga quien opte por esta vía, y el reciente caso J.T. Leroy lo acredita, a ser tachado de falso. Pero tal acusación debería sonar a obviedad en los oídos del profesional de la novela.
Porque en ella todo debe ser verdad y, por tanto, todo debe ser mentira.
Parecidos razonables
(La sesión doble de terror septentrional se completó con Fritt Vilt, también conocida como Cold Prey, slasher noruego de argumento tan típico como bien llevado, para nada tramposo y apenas efectista, cortesía de un tal Roar Uthaug.)
domingo, julio 01, 2007
Desvarío musical (a 33 rpm y/o primaveras)
Fue a los escasos minutos de comenzar a cumplir su trigésimo tercer año... Hallábase el ladrador crepuscular DJando en el The Sound de la calle Almogàvers cuando, llevado por la excitación propia de tan insigne momento, encadenó en gloriosa sucesión un Somebody Told Me de The Killers con un I Bet That You Look Good On The Dance Floor de Arctic Monkeys con un Welcome to the Jungle de Guns n'Roses con un State of Love and Trust de Pearl Jam. Sirvan las fotografías que inauguran esta entrada a modo de gráfico documento de la exaltadísima reacción del respetable...