sábado, septiembre 17, 2016

'Café Society' de Woody Allen



Es una película sobrefotografiada, donde Storaro, por algún motivo que se me escapa, se empeña en que los actores principales luzcan el color de piel de Donald Trump.

A la vez, jopé, qué bonito el diseño de producción y la iluminación de algunas secuencias.

— A ratos, Kristen Stewart no soporta bien los primeros planos estilo Hollywood Golden Years (ah, ahí lo de Storaro...) con que le obsequia Allen. A ratos logra defenderse.

Lo que no tiene defensa posible es la falta de química entre Stewart y Jesse Eisenberg, entre Blake Lively y Jesse Eisenberg, entre cualquier ser humano y Jesse Eisenberg.

Como tampoco triunfa Eisenberg en su versión del héroe tradicional woodyallenniano, atolondrado e ingenuo pero agudo cual ángulo de 38 grados.

Luego, cuando a su personaje se le añaden matices más perturbadores, el chaval comienza a dar la talla.

— Como en buena parte de su filmografía reciente, Allen parece escribir en piloto automático. Aunque tiene dos o tres buenos chistes, hace veinticinco años Café Society hubiera resultado mucho más divertida.

A Sheryl Lee casi no se la ve, pero en general los secundarios están muy bien puestos y mejor contados.

Más allá de su ansia de homenaje a una época y una estética, resulta absolutamente intrascendente.

Pero la sabiduría y la poesía y la melancolía de ese plano final, el modo en que Eisenberg logra aguantarlo, redimen y justifican y puntúan doble.

Total: 6/10

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