1) Si a su actuación en Anoeta
hay que atenerse (y la recurrencia del desastre invita a pensar que no se ha
tratado de un —de otro— accidente), el Barça es un equipo roto, divorciado de su
estilo, divorciado de su entrenador, divorciado de sus estrellas…
2) …incapaz, a lo largo de
noventa penosos minutos, de ir a por un partido que le podía acabar dejando a
hasta siete (o seis, como finalmente ha sido) puntos del líder. Ni juego, ni
espíritu.
3) Eusebio demostró que la
presión no consiste necesariamente en correr mucho (lo cual conlleva el riesgo
de desfondarse, tal y como le sucedió al Sevilla), sino en ocupar bien los
espacios. No fue la carrera constante de los donostiarras, y sí su presencia
amenazante, lo que bastó para cortocircuitar la salida del balón azulgrana.
4) Una salida que era pésima
por abajo, con un medio campo desconocido en su abulia, e inútil por arriba. Al
desgañitarse pidiendo un saque en largo al que Suárez rara vez acudía y que constantemente regalaba la posesión, Luis Enrique no mejoró al peor Tata.
5) Hablando de los medios… ay,
qué recuerdos. Ahora mismo, Busquets no ha justificado aún su renovación,
Rakitic responde al desbarajuste convirtiéndose en el increíble croata
menguante y André Gomes… bueno, digamos que no hace nada mal pero tampoco hace nada
especialmente bien, al nivel que reclama la titularidad en el Barça.
6) Y, hablando de exigencias,
el saldo de Neymar es ridículo: una jugada efectiva cada dos partidos y
ascendencia sobre el equipo inexistente, con o sin Messi sobre el césped. Vive
Pelé que tiene bastantes más armas que el Robinho del Madrid pero, con la
excepción de la pasada final de Copa, lleva un año largo aportando lo mismo.
Que es poco, muy poco.
7) ¿Y qué demonios le pasa a
Luis Suárez? ¿Acaso, con la salida del muy izquierdista Mújica de la
presidencia de su país, ha decidido abrazar el más mediocre aburguesamiento?
8) Sí, Carlos Vela solito sumó
bastante más que dos de las piezas del supuestamente mejor tridente del mundo. Solo
su mala suerte (dos palos) y un error espectacular del juez de línea al anular
por fuera de juego inexistente el gol de Juanmi impidieron la victoria (por
goleada incluso) de la Real…
9) …cuyo tanto, a todo esto,
fue fruto menos del mérito propio que de la empanada ajena, con una mala cesión
de Mascherano (el pobre hombre tiene que apagar tantos fuegos que acaba
quemándose) y un rechace de Piqué que en ciertos planos televisivos pareció
incluso autogol.
10) Piqué, en efecto, salió al
campo con dos pies izquierdos (y no precisamente los de la Pulga): nada más
comenzar, por ejemplo, intentó despejar con la diestra mientras el balón le
golpeaba el pie de apoyo. Y se podrá decir que, igual que en Balaídos, fue de
los pocos que le pusieron coraje a la cosa. Pero, habiendo realizado un único
cambio, con el Clásico a seis días vista, que el Barça acabara el encuentro con
un central a la pata coja resulta bastante indicativo del delirio que comienza
a cernirse sobre esta temporada.
11) Y la pelota, por primera
vez desde su llegada al Camp Nou, se encuentra sobre el tejado del entrenador.