Están a punto de cumplirse veinte años desde que Alive se convirtiera en el primer gran himno del grunge; dos décadas durante las que no hemos dejado de tomarles la temperatura a Vedder y compañía, sobreprotectores para con su salud mental (por el camino se quedaron Wood, Cobain, Staley…) pero también escrutadores respecto a un estado de la cuestión musical oscurecido por la larga sombra de la tríada Ten-Vs-Vitalogy. Tendencia a la que no ha sido ajena la propia banda, embarcada en una suerte de huida en espiral que aquí aspiraba a la madurez melódica y un poco más allá reclamaba la popularidad de estadio para revelar a las masas los males del mundo en general y de la América de Bush en particular. Manías a las que Pearl Jam parece haber renunciado en este Backspacer, reminiscente de No code en su portada, el trabajo más corto de su carrera, divertimento que se da un atracón de pop-punk entre ecos de Into the Wild y que tiene en Speed of Sound toda una joya-guiño a 1991. Así de directo, así de excelente, así de sencillo.
(Esta reseña ha aparecido en el número de octubre de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de octubre de Go Mag)
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