La conversación tuvo lugar hará cinco o seis años. Fue en el casal del Raval donde este ladrador crepuscular realizó seis meses de voluntariado tras los doce de prestación social sustitutoria del servicio militar. El interlocutor 1, pues, celebra que le rasquen detrás de las orejas. Y como interlocutor 2 aparece Mohammed, un adolescente marroquí de ojos azules y pelo rizado y cenizo que nos visitaba algunas tardes para que lo ayudáramos con sus deberes escolares.
Int. 1 - (Leyendo de un libro de texto) The Solar System has nine planets… O sea, que el Sistema Solar tiene nueve planetas…
Int. 2 - Doce.
Int. 1 - (Levantando la mirada sorprendido) Nueve, nueve planetas…
Int. 2 - Son doce.
Int. 1 - (Con la paciencia infinita que caracterizó su período magisterial) “Nine” quiere decir nueve, Mohammed. Doce es “twelve”…
Int. 2 - De acuerdo, pero el libro está equivocado. Son doce planetas.
Int. 1 - …
Int. 2 - Lo dice el Corán. Y quién sabrá más, ¿un libro o Dios?
Int. 1 - …
Int. 2 - Además, ¿verdad que hace un siglo pensaban que eran cuatro planetas? ¿Y verdad que luego pensaron que eran siete? Pues ahora piensan que son nueve, pero pronto descubrirán que en realidad son doce…
Han pasado los años; insisto, cinco o seis. Y, en efecto, hasta tres nuevos cuerpos celestes han optado a ingresar en nuestro humilde Sistema Solar. Sucede, no obstante, que la comunidad astronómica les ha cerrado la puerta, aún a costa de degradar a Plutón a la categoría de planeta enano. Dudo que a Mohammed le haya importado. Mientras tanto yo, por mis partes, constato el auge del creacionismo católico y siento que, en el eterno debate entre fe y conocimiento, mejor apuntar hacia La Meca: aunque choquen con el discurso científico imperante, allí las ideas tienen un no sé qué de promisorio.
Int. 1 - (Leyendo de un libro de texto) The Solar System has nine planets… O sea, que el Sistema Solar tiene nueve planetas…
Int. 2 - Doce.
Int. 1 - (Levantando la mirada sorprendido) Nueve, nueve planetas…
Int. 2 - Son doce.
Int. 1 - (Con la paciencia infinita que caracterizó su período magisterial) “Nine” quiere decir nueve, Mohammed. Doce es “twelve”…
Int. 2 - De acuerdo, pero el libro está equivocado. Son doce planetas.
Int. 1 - …
Int. 2 - Lo dice el Corán. Y quién sabrá más, ¿un libro o Dios?
Int. 1 - …
Int. 2 - Además, ¿verdad que hace un siglo pensaban que eran cuatro planetas? ¿Y verdad que luego pensaron que eran siete? Pues ahora piensan que son nueve, pero pronto descubrirán que en realidad son doce…
Han pasado los años; insisto, cinco o seis. Y, en efecto, hasta tres nuevos cuerpos celestes han optado a ingresar en nuestro humilde Sistema Solar. Sucede, no obstante, que la comunidad astronómica les ha cerrado la puerta, aún a costa de degradar a Plutón a la categoría de planeta enano. Dudo que a Mohammed le haya importado. Mientras tanto yo, por mis partes, constato el auge del creacionismo católico y siento que, en el eterno debate entre fe y conocimiento, mejor apuntar hacia La Meca: aunque choquen con el discurso científico imperante, allí las ideas tienen un no sé qué de promisorio.
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