A Alejandro Gil
“Verá, el hígado es un enorme misterio para nosotros. Si alguna vez lo ha comido, sabrá a qué me refiero. Hoy en día, estamos bastante seguros de que existe y nos hemos hecho una idea bastante completa de para qué sirve, cuando hace lo que supuestamente tiene que hacer, pero aparte de eso, seguimos a oscuras. Al fin y al cabo, ¿qué es el hígado? Mi padre, por ejemplo, murió de cáncer de hígado y no estuvo enfermo ni un solo día hasta el mismo momento en que se murió. Jamás sintió la mínima punzada de dolor. En cierto modo, es una lástima, porque yo detestaba a mi padre. Deseo sexual por mi madre, ya me entiende.”
De Trampa 22, de Joseph Heller.
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