A diferencia de la gran mayoría de mis compañeros de visionado en los cines Verdi, bienaventurados ellos, no logré reírme una sola vez. Es demasiado patética, demasiado cruda, demasiado dolorosa como para tomársela a broma... (quizá, habida cuenta el ominoso silencio que se cernió sobre la sala en la parte final de la película, la diferencia radicara en que este ladrador crepuscular sí había leído la novela, contaba con una visión de conjunto y era consciente de no hallarse ante una comedia).
lunes, octubre 23, 2006
"Las partículas elementales"
A diferencia de la gran mayoría de mis compañeros de visionado en los cines Verdi, bienaventurados ellos, no logré reírme una sola vez. Es demasiado patética, demasiado cruda, demasiado dolorosa como para tomársela a broma... (quizá, habida cuenta el ominoso silencio que se cernió sobre la sala en la parte final de la película, la diferencia radicara en que este ladrador crepuscular sí había leído la novela, contaba con una visión de conjunto y era consciente de no hallarse ante una comedia).
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