SCISSOR SISTERS - “Ta-Dah”
¿Qué fue primero, el (merecido) descanso del séptimo día o la (turbulenta) fiebre de la noche anterior? Una y otra jornada quedaron irremediablemente ligadas, en cualquier caso, gracias al original pecado que prestó banda sonora a los sábados de todos los 1970 y los primeros 1980, un género disco(gráfico) tan denostable en su momento como asumible a día de hoy gracias a la perspectiva temporal y al condescendiente desprejuicio que suele venir de su mano. Dicho lo cual… Nadie como las hermanas tijeriles para sumir al respetable en un pandemónium de falsetes alocados, bajos desbocados, disparos láser e inefables pasos de baile, si bien este segundo arrebato reitera la flaqueza del anterior (la vida escasea más allá de sus tres buenos singles) mientras se ve surcado por una vena melancólica que quizá anuncie desde ya la inevitable resaca de la mañana siguiente. A fin de cuentas, tampoco Tony Manero osaba enfundarse el traje (blanco) de guerra siete veladas a la semana.
¿Qué fue primero, el (merecido) descanso del séptimo día o la (turbulenta) fiebre de la noche anterior? Una y otra jornada quedaron irremediablemente ligadas, en cualquier caso, gracias al original pecado que prestó banda sonora a los sábados de todos los 1970 y los primeros 1980, un género disco(gráfico) tan denostable en su momento como asumible a día de hoy gracias a la perspectiva temporal y al condescendiente desprejuicio que suele venir de su mano. Dicho lo cual… Nadie como las hermanas tijeriles para sumir al respetable en un pandemónium de falsetes alocados, bajos desbocados, disparos láser e inefables pasos de baile, si bien este segundo arrebato reitera la flaqueza del anterior (la vida escasea más allá de sus tres buenos singles) mientras se ve surcado por una vena melancólica que quizá anuncie desde ya la inevitable resaca de la mañana siguiente. A fin de cuentas, tampoco Tony Manero osaba enfundarse el traje (blanco) de guerra siete veladas a la semana.
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