32 años después, Saturday Night Live sigue ofreciendo gags tirando a notables. Sirvan como ejemplo los siguientes, pertenecientes a la emisión del 28 de octubre con Hugh Laurie como presentador y Beck como invitado musical:
* Borat presenta a su (barbudo) hijo de once años, a la esposa de éste (“no tiene nombre: es una niña”) y al hijo recién nacido de ambos (“estamos deseando vendérselo a vuestra estrella del pop, Madonna”).
* El anuncio televisivo-republicano en el que una Hillary Clinton vestida de bruja sale del vientre de una mujer embarazada para ofrecer píldoras abortivas y condones a los niños que hacen trick-or-treat por Halloween.
* Las declaraciones del senador republicano que admite que, ante el volumen de colegas afectados por escándalos de tipo sexual o económico, han tenido que fichar a un nuevo candidato: John Wayne Gacy Jr.
* La entrevista a un falso Howard Dean donde éste clama: “¡Vamos a ganar las elecciones! ¡Y, cuando las hayamos ganado, cogeremos a Bush, Rumsfeld y Cheney y los mandaremos a Guantánamo! ¡Habrá un montón de lugar, porque antes habremos dejado libres a los terroristas!”.
* El lascivísimo cruce de miradas entre los miembros de la pareja del mismo sexo procedente de Jersey.
* La segunda actuación de Beck, con los cinco miembros de su banda sentados alrededor de una mesa y utilizando vasos y cubiertos como elementos de percusión.
* Borat arrodillándose ante Hugh Laurie como si fuera a practicarle una felación.
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