L. y O. decidieron pasar la canícula en tierras escandinavas. Y, por no hacerse los suecos, desde allí nos envían esta bonita estampa del Ullevi, estadio fundado en 1958 y de perfil tan legendario que, cuando el Barça lo visitó para jugarse unas semifinales de la Copa de Europa, cayó derrotado ante el Goteborg por un clamoroso 3-0 (menos mal de San Pichi Alonso y su noche mágica en el partido de vuelta). Y eso, que se agradece, se agradece...
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