"Pero, como ha señalado Zbigniew Herbert, la ironía es sencillamente como la sal: la haces crujir entre los dientes y disfrutas de un sabor momentáneo; cuando el sabor ha desaparecido, los hechos irracionales siguen ahí."
"Supongo que a su madre debió de gustarle, cuando era pequeño, y que lo amó, porque para eso están las madres. Pero era difícil imaginar que le gustara a alguien más."
"Es un hombre débil -repliqué-. Un hombre débil es peor que un mal hombre. Un hombre débil no sabe dónde detenerse. Un hombre débil está indefenso ante sus impulsos, te sigue adondequiera que lo lleves."
* * *
"Supongo que a su madre debió de gustarle, cuando era pequeño, y que lo amó, porque para eso están las madres. Pero era difícil imaginar que le gustara a alguien más."
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"Es un hombre débil -repliqué-. Un hombre débil es peor que un mal hombre. Un hombre débil no sabe dónde detenerse. Un hombre débil está indefenso ante sus impulsos, te sigue adondequiera que lo lleves."