jueves, febrero 10, 2011

Band of Horses at the Apolo (BCN, 09/02/11)

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Ben Bridwell entró al concierto cansado y salió de él exhausto, incapaz de domar su Is There a Ghost final. Entre una cosa y la otra, no obstante, lo dio todo. Y ese todo resultó sudorosa, sorprendente, maravillosamente monumental, tal es la intensidad con que esta banda de caballos vive su directo. Los noventa minutos previos daban, pues, para perdonar cualquier gazapo. Pero, tras dos errores con el lazo, el amigo dejó de lado la guitarra, se arremangó la camisa y condujo la faena a buen corral saltando del escenario y compartiendo sus últimas gotas de entusiasmo con el público. Hay noches más exactas, pero rara vez tan memorables en sus pequeñas imperfecciones.

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