lunes, junio 17, 2013

"The Lords of Salem" de Rob Zombie


Para ulular lastimeramente:
 

Que a Sheri Moon Zombie le venga grande el papel protagonista. Que su guión resulte tan lineal: la trama de Bruce Davison jamás parece en condiciones de alterar el curso maligno de los acontecimientos. Que las invocaciones de las brujas, por repetidas, acaben transitando entre la cacofonía molesta y la afectación ridícula. Sobre todo, que algunos de sus homenajes no acaben de funcionar o puedan ser malinterpretados (el guiño a La máscara del demonio de Bava, sin ir más lejos, parece un tropiezo kitsch).         

Para aullar efusivamente: 

La capacidad de Rob Zombie para construir atmósferas malsanas. Los homenajes e inspiraciones que sí funcionan y tanto contribuyen al punto anterior: Goya, Polanski, Kubrick... Su perturbadora banda sonora. El personaje de Jeff Daniel Phillips, único anclaje emotivo de la película. Lo aterradora que resulta Meg Foster y lo bien que se lo pasa el trío de brujas que lidera Dee Wallace.         

El juicio crepuscular: 

El terror contemporáneo habrá alumbrado películas más redondas y perturbadoras, pero en su seno no hay obra más "artística" que la del Sr. Zombie. Se trata de una filmografía muy personal, que alcanza momentos memorables cuando logra trascender la sociopatía de sus personajes para dotarlos de cierta humanidad, torcida pero humanidad al fin y al cabo. Sucedía en los minutos finales de The Devil's Rejects y en momentos puntuales de su doble Halloween... no así con este The Lords of Salem tan trabajado como fallido; pese a todo, una de las propuestas más interesantes de la temporada en el género de los gritos que rasgan la noche.         

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2 comentarios:

Mike & Libros dijo...

No, no. Ibas bien, pero de interesante no tiene nada. En Sitges nos reímos de ella que daba gusto oír al auditorio.

mjk1974 dijo...

Hombre, hay todo un trabajo ahí... De puesta en escena, de banda sonora, de fotografía... Lo que pasa es que el terror resulta muy desagradecido cuando no se consigue el resultado que se buscaba. Y esta peli no es de las que se hacen simpáticas en su desaguisado, precisamente. Pero tiene un sello creativo evidente, hay que reconocérselo.