"La novela en sí misma es una rebeldía contra las generalizaciones. Por eso no hay nada más ridículo que teorizar sobre la novela. La novela es la antiteoría, trata siempre de detalles. Ésa es la fuerza de la novela americana: no hay escuelas, no hay teorías. Hay muchos escritores magníficos, y ninguno se parece a los otros. Doctorow, Mailer, DeLillo..., tantos otros, todos muy buenos y cada uno en su estilo; no porque hayan querido ser excéntricamente originales, sino porque han tenido libertad para desarrollar sus temperamentos y sus intereses y han mirado las cosas cara a cara. Norman Mailer lo hizo en La canción del verdugo, o Bellow en El diciembre del decano, o en El planeta del señor Sammler, que es una maravilla de observación y de empatía."
Philip Roth en El País Semanal del 9/10/05.
Philip Roth en El País Semanal del 9/10/05.
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