1) “Y luego hablan de terribles simetrías. Mientras Irán fabricaba uranio auténtico, Estados Unidos se dejaba llevar por un uranio falso.
En su obsesión por emprender la guerra contra un país de Oriente Próximo que no tenía armas nucleares, el Gobierno de Bush se desentendió de un país de Oriente Próximo que trabajaba a toda velocidad para tener un arma nuclear. Eso después de que el equipo de Bush se desentendiera de un país asiático que asegura haber fabricado un montón de armas nucleares”.
2) “Pero hay que entender la lógica de los persas. Si uno finge que tiene armas de destrucción masiva, Estados Unidos va y le ataca. Pregúntenselo a Sadam. Pero si de veras tiene armas de destrucción masiva, está totalmente a salvo. Pregúntenselo a Kim Jong II.”
3) “En uno de los últimos números de The New Yorker, Seymour Hersh (…) cita a una fuente próxima al Pentágono cuando dice que Bush está convencido de que ‘salvar a Irán será su legado’. Tiene sentido. Desde luego, salvar a Irak no va a serlo.”
Maureen Dowd, columnista de The New York Times, en traducción de M.L. Rodríguez Tapia para El País del 23/04/06.
En su obsesión por emprender la guerra contra un país de Oriente Próximo que no tenía armas nucleares, el Gobierno de Bush se desentendió de un país de Oriente Próximo que trabajaba a toda velocidad para tener un arma nuclear. Eso después de que el equipo de Bush se desentendiera de un país asiático que asegura haber fabricado un montón de armas nucleares”.
2) “Pero hay que entender la lógica de los persas. Si uno finge que tiene armas de destrucción masiva, Estados Unidos va y le ataca. Pregúntenselo a Sadam. Pero si de veras tiene armas de destrucción masiva, está totalmente a salvo. Pregúntenselo a Kim Jong II.”
3) “En uno de los últimos números de The New Yorker, Seymour Hersh (…) cita a una fuente próxima al Pentágono cuando dice que Bush está convencido de que ‘salvar a Irán será su legado’. Tiene sentido. Desde luego, salvar a Irak no va a serlo.”
Maureen Dowd, columnista de The New York Times, en traducción de M.L. Rodríguez Tapia para El País del 23/04/06.
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