Conversación testimoniada ayer tarde cuando un grupo de muchachas en escandalosa despedida de soltera abordó a un hombre de unos treinta y tantos años en una callejuela de Gràcia:
-Muchacha de peluca fucsia: (mientras una compañera de peluca amarilla esgrimía su bocina a modo de micro) ¿Qué opina del amor para toda la vida?
-Transeúnte: Prefiero no contestar a eso.
-Muchacha de peluca fucsia: (con un puchero) ¿Pooor quéééééééé?
-Transeúnte: Motivos personales (y, apartando del paso a su interlocutora con firmeza pero también con suavidad) Hala, adiós.
-Muchacha de peluca fucsia: (mientras una compañera de peluca amarilla esgrimía su bocina a modo de micro) ¿Qué opina del amor para toda la vida?
-Transeúnte: Prefiero no contestar a eso.
-Muchacha de peluca fucsia: (con un puchero) ¿Pooor quéééééééé?
-Transeúnte: Motivos personales (y, apartando del paso a su interlocutora con firmeza pero también con suavidad) Hala, adiós.
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