Experimento una mezcla de admiración y desconcierto al enfrentarme a Búsqueda en proceso, obra de net-art que ha realizado Fabián Taranto a vueltas con la represión argentina y sus 30.000 muertos o desaparecidos. Sobre un loop de vídeo que muestra unos segundos de la primera manifestación de las Madres de la Plaza de Mayo, la pantalla comienza a llenarse de pequeños puntos verdes y azules. Cada marca verde, más de 2.500, denuncia a un represor y muestra sus datos. Cada marca azul, más de 10.200, nos devuelve la memoria de un muerto o desaparecido.
Durante las veinticuatro horas del día de mañana, 24 de marzo, cada consulta a la página de Taranto remitirá un mail a distintos organismos oficiales argentinos con el nombre del represor o del desaparecido a modo de remite, y con sus datos personales como adjunto.
Retomo algunos elementos del desconcierto que mencionaba al inicio de estas líneas: el arte como forma de denuncia, lo monumental del proyecto, el que represores y reprimidos compartan un mismo plano, su carácter participativo, el que más de 10.200 personas fallecidas hace entre treinta y veinticinco años puedan regresar y enviar un mail para reclamar la pervivencia del recuerdo...
Durante las veinticuatro horas del día de mañana, 24 de marzo, cada consulta a la página de Taranto remitirá un mail a distintos organismos oficiales argentinos con el nombre del represor o del desaparecido a modo de remite, y con sus datos personales como adjunto.
Retomo algunos elementos del desconcierto que mencionaba al inicio de estas líneas: el arte como forma de denuncia, lo monumental del proyecto, el que represores y reprimidos compartan un mismo plano, su carácter participativo, el que más de 10.200 personas fallecidas hace entre treinta y veinticinco años puedan regresar y enviar un mail para reclamar la pervivencia del recuerdo...
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