Rock masivo-sureño. Son buenos chavales, los Followill. Se les va un poco la pinza con el tema erótico, pero señálenme una sola hormona que se las dé de inocente y yo les señalaré una hormona que no ha sido estrella de rock. Porque también son buenos músicos, con ideas y ambiciones. El rollo garajero les duró un álbum; los siguientes dos, aún estimables, demostraron que querían llegar a algún sitio pero aún no sabían a cuál (quizá, sencillamente, ignoraban cómo hacerlo). Hasta que, apenas un año y poco después de Because of the Times, llega este muy contenido, muy calculado, muy sofisticado y (de nuevo) tirando a notable Only by the Night. Y las cartas aparecen al fin sobre la mesa. Los hijos del predicador quieren cambiar la congregación de carpa dominical por la masa de un estadio a reventar. Quieren ser los U2 del Mississippi. Y, como ya han copulado lo que tenían que copular, se están dedicando en cuerpo y alma a alcanzar tan artístico objetivo. Ojo no les salga bien la cosa, antes incluso de lo que imaginamos.
(Esta reseña ha aparecido en el número de noviembre de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de noviembre de Go Mag)
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