Y la victoria número 1.000 resultó ciertamente especial: ante unos Celtics lanzados (27-2 era su inédita tarjeta de visita), consiguiendo un parcial de 13-2 en los últimos cuatro minutos para llegar al 92-83 definitivo (lo que, en cierto modo, hace olvidar el desastroso cuarto encuentro de la pasada final, cuando los Lakers dejaron escapar una ventaja de 24 puntos en el mismo Staples Center para colocarse con un irremontable 1-3). Jackson, de paso, supera así a Pat Riley como el entrenador más rápido a la hora de conseguir los cuatro dígitos triunfales: le ha costado tan solo 1.423 partidos.
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