Hace ya varios episodios que The Mentalist sólo se aguanta gracias al "ángel" de Simon Baker. Lie to Me, muy similar en el contenido y con doce capítulos de retraso respecto a la primera, busca superarla jugando la carta House (no en vano ambas comparten hogar en la Fox): mayores medios, sofisticación y, sobre todo, actor británico de solvencia para tirar del carro. Como resultado, Tim Roth se pasea por el episodio piloto cual Messi en un partido de solteros contra casados. Será cosa de seguirle el caracoleo...
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