Con franca naturalidad, quizá porque su actitud siempre estuvo exenta de cinismo, Green Day siguen dirigiéndose a los chavales que ellos mismos fueron hará cosa de veinte años. Lo hacen tanto en el fondo como en la forma, desde el himno épico y el panfleto generacional, respondiendo por si acaso al signo de los tiempos, donde el nihilismo y la apatía han dejado paso a un gesto político heredado tanto de la era Bush como del precedente y extremadamente exitoso American Idiot. Así las cosas, los del día verde vuelven a irse más allá de los setenta minutos con una ópera rock en tres actos sobre una pareja que lucha por sobrevivir al maltrato de la iglesia y la sociedad. Y su panpunkismo (nótese el trayecto recorrido entre Know Your Enemy y Peacemaker), aunque ligeramente demasiado largo, aunque ligeramente demasiado formulaico, vuelve a funcionar gracias a la intensidad marca de la casa. ¿No Future? De acuerdo, pero que les quiten el ayer, el aquí y el ahora.
(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Go Mag)
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