Este ladrador crepuscular prosigue su esquizofrénica actividad bloguera en diversos frentes. Dada la pésima marcha reciente del equipo en el que corretea pretendiendo jugar a fútbol, no enlazaremos aquí, de nuevo, sus crónicas balompédicas. Sí daremos cuenta, en cambio, de los últimos textos con que ha alimentado la bitácora de Qué Leer, revista que a cambio también le da de comer un día sí y otro también...
* Los silencios de Salinger se vuelven definitivos
* Así en las librerías como en The Wire...
* Nick Hornby quiere tener un amigo bajito y dorado
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* Nick Hornby quiere tener un amigo bajito y dorado
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