miércoles, abril 13, 2005

La lírica nipona crea adicción

Y pocas veces había sentido tamaña identificación con un poema...

Wa ga yado no
isasamuratake
fuku kaze no
oto no kasokeki
kono yube ka mo

Yu saraba
yado ake makete
ware matamu
ime ni aimi ni
komu tou hito o

Otomo No Yakamochi (718-785)

PD: Desde el exterior de mi casa / sólo el débil, lejano sonido / de suaves brisas / que atraviesan las hojas de bambú / en el silencio del largo atardecer.
El crepúsculo por fin / llega: abro la puerta / y plácidamente / espero a aquella / que me reciba en mis sueños.

No hay comentarios: