Los aireados dedos de Paul Wolfowitz
Mi madre no dejó de repetírmelo durante toda la infancia: "Lleva siempre calzoncillos limpios y calcetines sin agujeros, no vayas un día a ser presidente del Banco Mundial y te toque descalzarte en una mezquita turca". Pobre Paul Wolfowitz, que no tuvo una madre tan previsora...
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