El toque, la actitud, la solidez, el carácter dicen que quizá. Y los seis títulos en un año golpean con el puño sobre la Messi... perdón, mesa, para decir que sí. Pero cuesta ladrarlo: ha habido tantas escuadras tan memorables... Dejémoslo, de momento, en el mejor equipo del mundo a día de hoy, 2009. No es poco. Y démosle cancha, que varios son los apartados en los que aún puede mejorar.
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