Dos noticias que muy casualmente coinciden en la portada del The New York Times de hoy, dos noticias que se comentan por sí solas y que por lo tanto vale la pena recuperar en su plena textualidad (la traducción y las cursivas sí son obra de un servidor):
Noticia número 1: “Al menos son veintiséis los casos de internos fallecidos desde 2002 en Irak y Afganistán, mientras se encontraban bajo custodia norteamericana, que la Armada y la Marina consideran debidos a un homicidio criminal.”
Noticia número 2: “Estados Unidos anuncia un listado de posibles objetivos terroristas y el cómputo estimado de víctimas que causarían. (…) [Los escenarios] incluyen la voladura de un tanque de cloro, lo que aniquilaría a 17.500 personas y causaría unos 100.000 heridos; el esparcimiento del virus de la neumonía en los lavabos de un aeropuerto, recinto deportivo o estación de tren, con 2.500 muertos y 8.000 afectados en el resto del globo; el contagio de diferentes poblaciones de ganado con la enfermedad de la fiebre aftosa, lo que ocasionaría cientos de millones de dólares en pérdidas… No se ha especificado el nombre de localidades concretas porque tales incidentes podrían acontecer en cualquier área metropolitana o rural, dice el documento. El objetivo de la agencia [el Department of Homeland Security] no es asustar a la opinión pública, sostienen sus responsables, y no hay datos creíbles de inteligencia que sugieran que tales ataques han sido planeados.”
Noticia número 1: “Al menos son veintiséis los casos de internos fallecidos desde 2002 en Irak y Afganistán, mientras se encontraban bajo custodia norteamericana, que la Armada y la Marina consideran debidos a un homicidio criminal.”
Noticia número 2: “Estados Unidos anuncia un listado de posibles objetivos terroristas y el cómputo estimado de víctimas que causarían. (…) [Los escenarios] incluyen la voladura de un tanque de cloro, lo que aniquilaría a 17.500 personas y causaría unos 100.000 heridos; el esparcimiento del virus de la neumonía en los lavabos de un aeropuerto, recinto deportivo o estación de tren, con 2.500 muertos y 8.000 afectados en el resto del globo; el contagio de diferentes poblaciones de ganado con la enfermedad de la fiebre aftosa, lo que ocasionaría cientos de millones de dólares en pérdidas… No se ha especificado el nombre de localidades concretas porque tales incidentes podrían acontecer en cualquier área metropolitana o rural, dice el documento. El objetivo de la agencia [el Department of Homeland Security] no es asustar a la opinión pública, sostienen sus responsables, y no hay datos creíbles de inteligencia que sugieran que tales ataques han sido planeados.”
¿Qué pesará más en la atención del lector norteamericano, hasta veintiséis asesinatos allende los mares o los hipotético-fantásticos 20.000 muertos en casa? Se aceptan apuestas…
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