El PP no quiere que el gobierno negocie con ETA. Un sector amplio de la AVT, tampoco. Aparentemente, el gobierno no negocia con ETA. Pero ello no es óbice para que los primeros monten una exhibición callejera por Madrid, justo el día antes de que Madrid celebre su gran fiesta olímpica. Ciudad esquizofrénica, nuestra capital, el pasado fin de semana. Te equivocas de fecha y en vez de mentar a la señora madre de Otegi acabas practicando el salto con pértiga.
El PP no quiere la devolución de los “papeles” de Salamanca. Salamanca, así a bote pronto, tampoco. En esta ocasión, diríase que el gobierno no tiene problema en devolverlos. Así que la manifestación salmantina vendría a estar un poco más justificada. Como eso de los “papeles” huele a intelectualidad, dos escritores, Fernando Sánchez Dragó y Juan Manuel de Prada, participarán en la marcha para garantizar su coartada.
El PP no quiere que los homosexuales puedan contraer matrimonio. La Iglesia y el Foro para la Familia, tampoco. Pero el gobierno sí está por la igualdad entre todos los ciudadanos, sean cuales sean sus preferencias sexuales. Así que (otra) manifestación al canto. Por Madrid, de nuevo. Ahora que aún hay tiempo de evitarla, una humilde propuesta crepuscular: que el gobierno anule la opción del matrimonio gay y, a cambio, libere a ese colectivo del pago de una serie de impuestos, que les rebaje el IRPF o algo por el estilo. A menos derechos, menos obligaciones.
Tres manifestaciones, en cualquier caso. Y un denominador común. Pero común y secundario, siempre en la retaguardia, digo yo que no por humildad. Aunque los Rajoy, Acebes y Zaplana no lleguen a la suela de los zapatos de Churchill, este tipo de situaciones me hacen pensar en Gallipolli: si la cosa va mal, si los turcos tienen puestos de ametralladoras, mejor que la carne de cañón australiana vaya delante. El último que negó tres veces tampoco pasaba por valiente, no…
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