“El primero de la familia que se llamó Cicerón parece ser que fue un hombre notable y que, por esta razón, sus descendientes no sólo no rehusaron este sobrenombre, sino que más bien lo aceptaron con orgullo, pese a que para muchos era objeto de sarcasmo. Porque, en lengua latina, al garbanzo se le llama cicer, y aquél tuvo en la punta de la nariz una verruga aplastada, como si fuera un garbanzo…” - Plutarco
Cicerón leyendo de niño y sin rastro del garbanzo de su antepasado, Vincenzo Foppa, 1464.
martes, marzo 28, 2006
Perlas (y legumináceas) latinas
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