Fueron los dos episodios futbolísticos del pasado fin de semana; como dictan los cánones de la narratividad, ciertamente antitéticos en lo que a su fortuna respecta. El primero tuvo lugar en Wembley: Tottenham y Chelsea disputaban la final de la Carling Cup con ventaja de los segundos cuando los primeros obtuvieron un penalty a favor, lanzamiento que Dimitar Berbatov efectuó con una sangre fría y una sencillez sin parangón en los registros memorísticos de este ladrador crepuscular (los de Juande Ramos acabarían levantando el trofeo gracias a un segundo gol de cabeza firmado por Jonathan Woodgate en la prórroga). Lo mejor, no obstante, estaba por llegar. Sucedió en el Santiago Bernabeu y, puesto que todo el mundo debe haber leído ya sobre ello, lo resumiremos regalando a la posteridad la expresión "cara de Robben" cual sinónimo de pardillismo y desilusión: ni la lechera del cuento, oigan. A todo ello, ambas historias pueden ser visualmente descargadas aquí:
Berbatov y Robben, 240208.
Berbatov y Robben, 240208.
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