WE ARE SCIENTISTS
¡¡¡Whoeeeeeee!!!
Si el científico parte en busca de certezas para acabar constatando que todo es relativo, que el caos es la explicación última a buena parte de cuanto a nuestro alrededor sucede, estos muchachos son carne de Nobel pese a no haber visto un laboratorio desde que en sus días de instituto destriparan las dos o tres ranas de rigor. Keith y Chris, guitarra y bajo, han dado con la fórmula del absurdo. Y, a su lado, el entrevistador no puede más que aspirar a las migajas del pastel.
La encerrona tiene lugar en el autobús de la gira europea de WAS, a las puertas de la barcelonesa sala Razz, un par de horas antes de que el trío salga a escena como teloneros de Kaiser Chiefs. La pregunta inicial, relativa al uso de una cita de J.D. Salinger como lema del primer álbum de la banda, deja a las claras que ésta no será una entrevista al uso, que Keith y Chris (desconocemos el paradero de Michael) competirán por entretenerse mutuamente y que el sentido común será sacrificado una y otra vez en los altares de los dioses del absurdo. ¿Pondremos algún reparo a nuestro papel de convidados de piedra? La verdad es que no.
Sobre With love and squalor, título de su primer álbum:
K: “Nos gustó el modo en que se veía sobre el papel, la disposición de las letras. Pensamos que era un patrón muy bonito”.
C: “No sé cómo será en España, pero en Estados Unidos hay mucha gente que se tatúa símbolos del alfabeto kanji o del chino aunque no sepan japonés o chino. Lo hacen porque se ve extraño y exótico… Nosotros utilizamos la lengua inglesa de ese modo”.
Sobre el nombre de la banda:
C: “La gente no es consciente porque no nos vanagloriamos de ello, pero el nombre es oficialmente nuestro. Se trata de un título que nos concedió una institución muy importante cuyo nombre no citaré pero que sin duda conocerás si estás metido en el mundo de la ciencia. Y nos lo dieron porque pensaron: estos tipos no tienen la menor educación, ni siquiera saben leer, y sin embargo… algo en su forma de actuar… son más científicos que nosotros.”
Sobre los gatos de la portada de su primer álbum:
K: “No, ellos no son científicos”.
C: “Son manifiestamente irracionales. Si tienen algún plan es, ya sabes, actuar según les dicte el aire a su alrededor. Están jodidamente locos, se cagan por todas partes... Destrozaron la mitad del armario de Michael. Adoptó una gata, no se dio cuenta de que estaba preñada y de repente había un montón de gatitos bajo la cama. Le arruinaron la vida durante dos meses.”
K: “Provocaron muchos problemas. Es como en esas fotos donde el cazador pone el pie sobre el león al que acaba de matar… ¡Pudimos con ellos! En un sentido metafórico, logramos tomar control sobre nuestras flaquezas. Y era una forma de manifestarlo, de mostrar el poder que tenemos.”
Sobre los tres EPs que habían firmado hasta el momento:
C: “Los hicimos sin la ayuda de ningún sello. Estaban disponibles en nuestros shows, y a través de nuestra página web, y una vez le di una copia a mi primo…”
K: “Sí, porque estabas limpiando el coche…”
C: “Quizá soñábamos pasivamente con la posibilidad de que algún sello nos diera un montón de dinero para grabar un disco, pero no dábamos ningún paso en esa dirección. Y cuando lo dimos… Bueno, no quiero fardar, pero nos convertimos en un artículo del máximo interés. Todos quisieron un pedazo.”
Sobre el momento más importante en la historia de la banda:
K: “Creo que fue la primera vez que cogí una guitarra. A los dos años de formar el grupo.”
Sobre la posibilidad de que Nobody move nobody get hurt, primer tema del álbum, convierta a Keith en un icono sexual:
K: “Perdóname si parezco endiosado, pero… ¿posibilidad? Me parece una descripción increíblemente minimalista de lo que constituye mi ingreso en el status de icono sexual.”
C: “Es como decir que cuando Neil Armstrong plantó la bandera existía la posibilidad de que estuviera conquistando la luna para Estados Unidos. ¡No, en ese momento la luna ya era nuestra!”
K: “Y no se te ocurra olvidarlo.”
Sobre la relación entre su sentido del humor y su música:
C: “Nuestra música es mucho menos absurda.”
K: “Esencialmente, a través de la música damos salida a aquellos aspectos de nuestro ser que no son tan irónicos o absurdos, para así poder hacer del resto un absurdo total. A veces, durante una entrevista nos damos cuenta de que alguna respuesta ha sido sincera, y entonces…”
C: “Necesito un sándwich…”
K: “Estoy hambriento.”
C: “Nos lo comemos, y en cuanto nos sube el azúcar de nuevo…”
K: “¡¡¡Whoeeeeeee!!!”
¡¡¡Whoeeeeeee!!!
Si el científico parte en busca de certezas para acabar constatando que todo es relativo, que el caos es la explicación última a buena parte de cuanto a nuestro alrededor sucede, estos muchachos son carne de Nobel pese a no haber visto un laboratorio desde que en sus días de instituto destriparan las dos o tres ranas de rigor. Keith y Chris, guitarra y bajo, han dado con la fórmula del absurdo. Y, a su lado, el entrevistador no puede más que aspirar a las migajas del pastel.
La encerrona tiene lugar en el autobús de la gira europea de WAS, a las puertas de la barcelonesa sala Razz, un par de horas antes de que el trío salga a escena como teloneros de Kaiser Chiefs. La pregunta inicial, relativa al uso de una cita de J.D. Salinger como lema del primer álbum de la banda, deja a las claras que ésta no será una entrevista al uso, que Keith y Chris (desconocemos el paradero de Michael) competirán por entretenerse mutuamente y que el sentido común será sacrificado una y otra vez en los altares de los dioses del absurdo. ¿Pondremos algún reparo a nuestro papel de convidados de piedra? La verdad es que no.
Sobre With love and squalor, título de su primer álbum:
K: “Nos gustó el modo en que se veía sobre el papel, la disposición de las letras. Pensamos que era un patrón muy bonito”.
C: “No sé cómo será en España, pero en Estados Unidos hay mucha gente que se tatúa símbolos del alfabeto kanji o del chino aunque no sepan japonés o chino. Lo hacen porque se ve extraño y exótico… Nosotros utilizamos la lengua inglesa de ese modo”.
Sobre el nombre de la banda:
C: “La gente no es consciente porque no nos vanagloriamos de ello, pero el nombre es oficialmente nuestro. Se trata de un título que nos concedió una institución muy importante cuyo nombre no citaré pero que sin duda conocerás si estás metido en el mundo de la ciencia. Y nos lo dieron porque pensaron: estos tipos no tienen la menor educación, ni siquiera saben leer, y sin embargo… algo en su forma de actuar… son más científicos que nosotros.”
Sobre los gatos de la portada de su primer álbum:
K: “No, ellos no son científicos”.
C: “Son manifiestamente irracionales. Si tienen algún plan es, ya sabes, actuar según les dicte el aire a su alrededor. Están jodidamente locos, se cagan por todas partes... Destrozaron la mitad del armario de Michael. Adoptó una gata, no se dio cuenta de que estaba preñada y de repente había un montón de gatitos bajo la cama. Le arruinaron la vida durante dos meses.”
K: “Provocaron muchos problemas. Es como en esas fotos donde el cazador pone el pie sobre el león al que acaba de matar… ¡Pudimos con ellos! En un sentido metafórico, logramos tomar control sobre nuestras flaquezas. Y era una forma de manifestarlo, de mostrar el poder que tenemos.”
Sobre los tres EPs que habían firmado hasta el momento:
C: “Los hicimos sin la ayuda de ningún sello. Estaban disponibles en nuestros shows, y a través de nuestra página web, y una vez le di una copia a mi primo…”
K: “Sí, porque estabas limpiando el coche…”
C: “Quizá soñábamos pasivamente con la posibilidad de que algún sello nos diera un montón de dinero para grabar un disco, pero no dábamos ningún paso en esa dirección. Y cuando lo dimos… Bueno, no quiero fardar, pero nos convertimos en un artículo del máximo interés. Todos quisieron un pedazo.”
Sobre el momento más importante en la historia de la banda:
K: “Creo que fue la primera vez que cogí una guitarra. A los dos años de formar el grupo.”
Sobre la posibilidad de que Nobody move nobody get hurt, primer tema del álbum, convierta a Keith en un icono sexual:
K: “Perdóname si parezco endiosado, pero… ¿posibilidad? Me parece una descripción increíblemente minimalista de lo que constituye mi ingreso en el status de icono sexual.”
C: “Es como decir que cuando Neil Armstrong plantó la bandera existía la posibilidad de que estuviera conquistando la luna para Estados Unidos. ¡No, en ese momento la luna ya era nuestra!”
K: “Y no se te ocurra olvidarlo.”
Sobre la relación entre su sentido del humor y su música:
C: “Nuestra música es mucho menos absurda.”
K: “Esencialmente, a través de la música damos salida a aquellos aspectos de nuestro ser que no son tan irónicos o absurdos, para así poder hacer del resto un absurdo total. A veces, durante una entrevista nos damos cuenta de que alguna respuesta ha sido sincera, y entonces…”
C: “Necesito un sándwich…”
K: “Estoy hambriento.”
C: “Nos lo comemos, y en cuanto nos sube el azúcar de nuevo…”
K: “¡¡¡Whoeeeeeee!!!”
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