jueves, febrero 09, 2006

Esto no es una oficina... ¡es una fiesta!

La Japonesa Más Alta del Mundo ha encargado a Marcelo Gómez y a este ladrador crepuscular que le construyan un satélite para poder ver su antiguo domicilio en el país del sol naciente (el Google Earth ha fracasado estrepitosamente en ese particular).

Mientras tanto, durante la comida ha tenido lugar el siguiente diálogo:
J.L. - O sea, que no quieres pagar por ponerte aceite.
A.M. - No, me voy a poner del tuyo.
(Y, en efecto, cabe incurrir en dobles lecturas).

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