Siempre que América lo ha necesitado, fuera por el ascenso desbocado del neoliberalismo reaganiano o por la caída traumática de sus torres más altas, Springsteen se ha colgado la guitarra a la espalda y ha acudido raudo a la cita. Enfrentado a la administración Bush y sus guerras varias andaba precisamente cuando se encontró con la desaparición de uno de los suyos. Y el Jefe decidió dejar de lado el peso de la responsabilidad para cantar lo que le pedía el alma; esto es, una colección de temas sobre la vida, el amor y la muerte que nació como apostilla a Magic y ha acabado superando con claridad a su hermano mayor. Melancólico, en ocasiones ingenuo pero de una belleza siempre desarmante, Working on a Dream esgrime la esperanza del espíritu Obama sin olvidar recientes amarguras; recuerda en más de una ocasión, de hecho, a aquel Mystery Girl que marcó el renacer de Roy Orbison lo mismo que su adiós definitivo. Tal y como el intimismo de Tunnel of Love complementó la declaración de intenciones de Born in the U.S.A., he aquí la otra cara de la moneda de The Rising. De ambos se nutre el mejor Springsteen de esta década.
(Esta reseña ha aparecido en el número de marzo de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de marzo de Go Mag)
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