Para ulular lastimeramente:
La excesiva fragmentación del guión a partir de la primera hora de metraje: una información más comprimida en un menor número de secuencias hubiera resultado más adecuada para el estilo realizador de Eastwood. En ocasiones, el tono ligeramente caricaturesco de algunos de los secundarios. Y el personaje del cura siempre, desde luego.
Para aullar efusivamente:
Su clasicismo, una vez más. Su muy razonable parecido con Centauros del desierto. Su consiguiente tono crepuscular. Su ambigüedad a la hora de relacionarla con el resto de la carrera de Eastwood. Sus hermosos títulos de crédito finales. Y la perfección de secuencias como la de la última conversación telefónica entre el personaje principal y su hijo.
El consejo crepuscular:
Vaya a verla. Es imperfecta pero notable. Es sencilla pero emotiva. Por encima de todo, es Eastwood. Ya nadie dirige así.
La excesiva fragmentación del guión a partir de la primera hora de metraje: una información más comprimida en un menor número de secuencias hubiera resultado más adecuada para el estilo realizador de Eastwood. En ocasiones, el tono ligeramente caricaturesco de algunos de los secundarios. Y el personaje del cura siempre, desde luego.
Para aullar efusivamente:
Su clasicismo, una vez más. Su muy razonable parecido con Centauros del desierto. Su consiguiente tono crepuscular. Su ambigüedad a la hora de relacionarla con el resto de la carrera de Eastwood. Sus hermosos títulos de crédito finales. Y la perfección de secuencias como la de la última conversación telefónica entre el personaje principal y su hijo.
El consejo crepuscular:
Vaya a verla. Es imperfecta pero notable. Es sencilla pero emotiva. Por encima de todo, es Eastwood. Ya nadie dirige así.
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