Para ulular lastimeramente:
Se parece demasiado a Forrest Gump (y da igual que ambos films compartan guionista: demasiado es demasiado). Su segunda mitad pierde fuelle respecto a la primera. Tiene un par de secuencias supuestamente "sabias" cuya profundidad no va mucho más allá que la de un anuncio de Coca-Cola. Brad Pitt sin maquillaje. Y que, más allá del realismo mágico y del leitmotiv de la caja de bombones (¿o eso era en la otra?), apenas se incida en las posibilidades filosóficas de la anécdota que le da cuerpo (a menos, claro está, que la ausencia de filosofía sea su filosofía).
Para aullar efusivamente:
Su notable primera parte; en especial, la secuencia bélica con el remolcador Chelsea como protagonista. Brad Pitt con maquillaje. Su fotografía, que al intentar disimular los muchísimos efectos digitales hace que luzcan aún más. Su contención dramática: flirtea siempre con la lágrima pero jamás se encomienda a ella. Tilda Swinton, mejor aprovechada que una apenas correcta (y ya es raro) Cate Blanchett. Y sus a menudo muy disimulados homenajes a grandes clásicos del séptimo arte.
El consejo crepuscular:
Si es amigo del déjà vu, ya se está sentando en la butaca: se trata de la gran película hollywoodiense de la temporada. Si tuvo suficiente con Forrest, Jenny y Bubba pero disfruta con los dramas románticos, espere al DVD: se trata de la gran película hollywoodiense del pasado año. Si no cumple ninguno de los dos requisitos anteriores (variables incluidas), ya la pillará algún día en televisión: se trata de la gran película hollywoodiense de 2008.
Se parece demasiado a Forrest Gump (y da igual que ambos films compartan guionista: demasiado es demasiado). Su segunda mitad pierde fuelle respecto a la primera. Tiene un par de secuencias supuestamente "sabias" cuya profundidad no va mucho más allá que la de un anuncio de Coca-Cola. Brad Pitt sin maquillaje. Y que, más allá del realismo mágico y del leitmotiv de la caja de bombones (¿o eso era en la otra?), apenas se incida en las posibilidades filosóficas de la anécdota que le da cuerpo (a menos, claro está, que la ausencia de filosofía sea su filosofía).
Para aullar efusivamente:
Su notable primera parte; en especial, la secuencia bélica con el remolcador Chelsea como protagonista. Brad Pitt con maquillaje. Su fotografía, que al intentar disimular los muchísimos efectos digitales hace que luzcan aún más. Su contención dramática: flirtea siempre con la lágrima pero jamás se encomienda a ella. Tilda Swinton, mejor aprovechada que una apenas correcta (y ya es raro) Cate Blanchett. Y sus a menudo muy disimulados homenajes a grandes clásicos del séptimo arte.
El consejo crepuscular:
Si es amigo del déjà vu, ya se está sentando en la butaca: se trata de la gran película hollywoodiense de la temporada. Si tuvo suficiente con Forrest, Jenny y Bubba pero disfruta con los dramas románticos, espere al DVD: se trata de la gran película hollywoodiense del pasado año. Si no cumple ninguno de los dos requisitos anteriores (variables incluidas), ya la pillará algún día en televisión: se trata de la gran película hollywoodiense de 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario