jueves, julio 29, 2010

Cinco películas...

...que tranquilamente podría ver una vez al año cada año sin importar los años que pasen o vayan pasando:

5) Eddie Murphy Raw de Robert Townsend (1987)
4) The Blues Brothers de John Landis (1980)
3) Monty Python Live at the Hollywood Bowl de Terry Hughes e Ian MacNaughton (1982)
2) Beautiful Girls de Ted Demme (1996)
1) Wonder Boys de Curtis Hanson (2000)

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miércoles, julio 28, 2010

Fotogramas con vocación de jueves


De izquierda a derecha (y de arriba a abajo), los exactos puntos medios de Saving Private Ryan, Rocky III, Star Wars, Jaws II, The Sixth Sense y Vanishing Point, tal y como los recoge la web Halfway Cinema.

martes, julio 27, 2010

"Toy Story 3" de Lee Unkrich


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Para ulular lastimeramente:

Dos pegas menores: Que tengamos ya bastante vista su acción y que los personajes procedentes de las dos entregas anteriores apenas alberguen ya sorpresas en esta tercera (por contraste, véase el glorioso Mr. Potato Head sobre pita daliniana). Y una duda insidiosa: esos cinco minutos finales que nos llenan los lacrimales y anudan un lazo de cowboy en torno a nuestras gargantas... ¿hasta qué punto se los debemos a la cada vez mayor influencia de Disney sobre Pixar? Lo pasaremos por alto, pero conste que venimos sospechando desde la muerte de la madre de Nemo...


Para aullar efusivamente:
Los nuevos personajes, especialmente Lotso (con voz del gran Ned Beatty), Mr. Pricklepants (Timothy Dalton) y Big Baby, capaz de generar tanto miedo como ternura. Su tono melancólico, culminado con un hermoso y doloroso canto a la infancia que va quedando atrás. Y que, entre alguna que otra broma de manual, pese a lo previsible de su desarrollo, ese aura de derrota vital nos lleve a dudar por un momento, a pensar que la cosa puede acabar mal sin importar que la chiquillería quede traumatizada y que las acciones de la compañía pasen a despeñarse Wall Street abajo.

El juicio crepuscular:
Es ley de vida: los veranos pródigos en fútbol suelen verse acompañados de terribles sequías cinematográficas. Toda vez finiquitado el Mundial, pues, Toy Story 3 representa la primera excusa perfecta para que el público se zambulla en el cine más cercano sin distinción de edad mental o física. Niños y niñas, adultos y palomitas encontrarán en este film a un amigo. Los fans de la saga, además, abandonarán la sala con un "eternamente agradecido" en los labios. Y no resulta del todo descartable que alguno de ellos acabe regurgitando y amplificando tales emociones: la sesión a la que acudió este ladrador crepuscular, en los barceloneses cines Icaria, se cerró con una espectadora que elevó su Woody de peluche sobre los últimos títulos de crédito para que éste le dedicara un muy vaquero beso de despedida al respetable.

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sábado, julio 24, 2010

Los superhéroes de Michael Blaine Myers Jr.

(Aquí, la página de Flickr del ilustrador norteamericano. Y aquí y aquí, los montajes que este ladrador crepuscular realizó con sus retratos lostianos.)


jueves, julio 22, 2010

Boris Bardin tiene quien lo lea (7)

A la izquierda, B.P. en el interior de la librería Gaudí de Reus instantes antes de adquirir el ejemplar de Las tres balas... que M.V. sostiene satisfecho a la derecha... ¡Gracias ladradoras y crepusculares a ambos por llevar al bueno de Boris al Baix Camp!


martes, julio 20, 2010

El asombroso mundo del cameo (10)

Alfred Hitchcock se despeña por un springfildiano monte Rushmore en el cuarto epìsodio de la vigesimoprimera temporada de The Simpsons...


miércoles, julio 14, 2010

Kings of a 1980s Road

(Aquí y aquí, los anteriores dos ladridos que dedicamos a este ilustrador norteamericano con el que tantas fijaciones parece que compartimos.)


Parecidos razonables


-¡Son como Gremlins! Claro, como ha llovido...
(Locutor de Canal + comentando, el pasado sábado, las constantes ayudas y seis-contra-uno con que se empleaba la defensa de Uruguay ante Alemania. Zaga, la charrúa, en verdad inasequible al desaliento, al cansancio y a dos o tres cosas más.)


martes, julio 13, 2010

Mica P. Hinson and the "Pioneer Saboteurs"

Lo texano es a Estados Unidos como lo gracienco a Barcelona o lo vasco al resto de la Península: una especificidad en la que la diferencia parece doble por el orgullo que tradicionalmente conlleva. El estado de la estrella solitaria perteneció a España, Francia y México; vivió ocho años como república independiente, se unió a su vecino del norte para evitar ser conquistado de nuevo por su vecino del sur y aún tuvo arrestos, cuando la guerra civil, para añadir una sexta bandera a su historial: la confederada. Pueblo terco e idealista, oigan, que tiene en la masacre de El Álamo uno de sus mitos fundacionales y que, sin importarle la imagen que pueda proyectar ante el resto del mundo, defenderá a sangre y fuego cualquier forma de injerencia por parte de ese mismo resto del mundo.

Lección de historia y psicología colectiva que viene a cuento en esta reseña musical, pueden creerlo, por un doble motivo. Fondo y forma, mismamente. Micah Paul Hinson, nacido en Memphis pero criado y formado en la localidad texana de Abilene, viene diferenciando sus trabajos discográficos no a través de un lema claro y sí por el nombre que otorga a su supuesta banda de acompañamiento: The Gospel of Progress, The Opera Circuit, The Red Empire Orchestra… Y, en el caso que nos ocupa, The Pioneer Saboteurs, inspirándose en el poema de Hojas de hierba con el que Walt Whitman rindió épico homenaje a los protagonistas anónimos de la conquista del Oeste. Filiación lírica que no resulta baladí en lo ideológico: en una reciente entrevista con The Quietus, el amigo tachaba a Obama de “asesino del Sueño Americano” por su política “socialista”; no en vano, “América es un lugar en el que puedes hacer que sucedan cosas maravillosas y en el que también puedes cagarla terriblemente, y creo que hay una belleza tremenda en eso”. Para Micah P. Hinson, que niega ser un “jodido republicano”, el actual presidente es una “celebridad” cuyas posturas en temas de sanidad, por ejemplo, atentan contra la suma de libertades individuales que, a bordo de carretas, esgrimiendo sus pistolas y sus hachas, construyeron el país. Y quien dice el país dice Texas.

(Hay también en estos doce cortes amor y muerte contemporáneos, pero tal mención nos conducirá del contenido al continente.) Es sabido que la voz profunda y las posibilidades que le presta un historial torturado conforman el plato fuerte de la casa. Tras la sorpresa inicial, la propuesta venía decayendo, con el habitual disco de versiones como plasmación última de la escasez de ideas. Aquí, no obstante, la cosa vuelve a mostrarse tan fecunda como bella. Y la explicación, más allá de las cuerdas que abren, puntúan y cierran el disco, apunta al sonido que el productor Matt Pence ha heredado de su experiencia como mezclador y batería de Centro-Matic y South San Gabriel. Sonido turbio y poliédricamente americano que cabe situar, pues, en torno a la localidad de Denton. A la sazón, Denton, Texas.

(Esta reseña ha aparecido en el número de verano de Go Mag)


domingo, julio 11, 2010

¿Naranja dulce o naranja ácida?


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Asegura la estadística que ningún equipo que haya comenzado perdiendo el primer encuentro de la fase de grupos ha acabado ganando el Mundial. Algo más allá, insiste el pesadito lugar común en que a la tercera va la vencida, y cómo no saberle y reconocerle a Holanda sus dolorosas derrotas en aquellas dos finales consecutivas de 1974 y 1978... Pero España tiene también cierta cuota de acervo popular en su lado de la vida y el fútbol. Y, si quiere hacer bueno aquello de llegar y besar el santo, deberá añadir una nueva prueba a las varias que ha superado a lo largo de este campeonato. Porque la selección oranje iguala a Alemania en cuanto es una orquesta rápida (por lo menos en ataque) y trabajada tácticamente, pero la supera al verse culminada por la interpretación de un solista que no requiere de grandes apoyos populares para provocar la standing ovation del gol. Alrededor de Robben, Kuyt correrá como ninguno y se peleará contra todos; Van Persie ejercerá de estatua de cera en espera de procurarnos un estético aguijonazo y Snejder buscará a sus compañeros lo mismo que su tercer tanto de rebote (sería el sexto en total). Unos metros por delante, de la actitud de Howard Webb ante Van Bommel (a quien perdonaron cinco amarillas entre los partidos de Brasil y Uruguay, y no se trata de un ladrido exagerado) dependerá el ritmo de creación español, cuyos bajitos pueden sacar de quicio y de sitio a los dos centrales-armario rivales. Pero insisto: gran parte de la historia se dirimirá en las ayudas que pueda recibir Capdevila (notablemente más lento que Robben) y en la capacidad de Puyol y Piqué para cerrar espacios. Dicho todo lo cual, faltando menos de diez horas y media para el inicio del evento, toca echarse atrás en el sillón y preguntarse ilusionado: ¿Qué, seguimos haciendo historia?


Pararrayos de Chicago

Lightning strikes three of the tallest buildings in Chicago
at the same time!

from Craig Shimala
on Vimeo.

De ahí mi pasión por los boquerones...

Este ladrador crepuscular tiene 31 años (cinco menos sobre la cuenta que él mismo llevaba) y nació en Málaga, no en Barcelona. O al menos eso es lo que asegura La Voz Digital de Cádiz en este artículo (que a su vez convenientemente hemos reproducido sobre estas líneas)...


jueves, julio 08, 2010

miércoles, julio 07, 2010

¡Más Go Mag, más!



Aquí, el colectivo de lectores crepusculares. Allí, la flamante nueva página web de Go Mag, donde a los contenidos habituales de la revista cabe sumar blogs a cargo de Janina "la arquitecta" Canet, Banessa "la sardina" Pellisa y Manu "tinta de calamar" González, amén de un festival de posibilidades audiovisuales y virales y... Pasen, pues y lean, escuchen, vean. Y encantados todos, mismamente. ¿O no?


Deustchland, über alles?


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Si esto es miércoles, hoy toca que hispanos y teutones se enfrenten a la caza de una plaza en la final mundialista del próximo domingo. Quienes sigan la trayectoria facebookera de éste, su ladrador crepuscular de cabecera, sabrán ya lo que el campeonato en general y ambos equipos en particular le han parecido. Pero, puestos a evaluar las posibilidades de que Vicente del Bosque llegue donde no other Spanish coach has gone before, sirva esta lista de pros y contras a modo de resumen a la par que pitoniso complemento a tan balompédicamente global asunto:

Para que Merkel se levante de su asiento cual Eva Nasarre del Rhin
* Alemania ha marcado trece goles en cinco partidos (por seis España), tantos que se han repartido hasta seis jugadores (por dos en la Roja: Villa e Iniesta). Golean, pues, mucho más y mucho mejor, sin grandes dependencias.
* Jugadores como Klose o Müller se han sobrepuesto a una temporada entre mediocre y discretita para convertirse en dos de las estrellas del Mundial. Los notables Cesc, Iniesta y Torres, lastrados por las lesiones, siguen en cambio ofreciendo un rendimiento irregular. Nuevo punto para los germanos, que llegan en mejor forma.
* La selección de Löw ha dejado en la cuneta a dos rivales de tanta entidad (aunque, en los momentos decisivos, tan fallidos) como Inglaterra y Argentina. Eso presta el plus de moral imprescindible para ganar un campeonato de estas características.
* La ausencia de Ballack ha permitido el estallido de Özil, jugador igualmente asociativo pero bastante más veloz e imaginativo. En España, por el contrario, Torres sigue saliendo como titular, disputando cinco o diez buenos minutos y desvaneciéndose durante otros cincuenta-sesenta.
* Quizá fuera cosa del suicidio táctico de Maradona pero, contra Argentina, Schweinsteiger hizo y deshizo en el centro del campo cual Beckenbauer redivivo (sobre el césped, se entiende). A él perteneció el cerebro de un juego corto y coral que es de lo mejorcito que se ha visto hasta ahora en Sudáfrica.

Para que el bigote de Del Bosque entre en eufórica erección
* Aunque en principio discutido y objeto de alguna que otra polémica sentimental, el penalty parado ante Paraguay (y esa salida milagrosa de portero de balonmano en el último minuto) han devuelto a Casillas al estrellato cancerberil. Neuer, en cambio, sólo se ha visto mínimamente exigido frente a Inglaterra, cuando concedió dos goles (aunque sólo uno subió al marcador) y vio cómo el travesaño repelía otro lanzamiento lejano de Lampard (los dos tantos recibidos por Casillas han sido fruto de rebotes).
* En sus cinco partidos anteriores, España se las ha visto con equipos ultradefensivos, pegajosos, muy agresivos, que en el mejor de los casos dejaban a alguien en punta y, en el peor, bueno, apretaban a los once jugadores en el área pequeña. Alemania, con un planteamiento más abierto (buscan el robo de balón para desplegarse en velocidad pero lo hacen a partir de tres líneas en vez de dos), quizá permita recuperar las prestaciones medulares de la Eurocopa. Quizá.
* Speaking of which, por más que en tierras de Goethe clamen venganza, el baño de Viena fue tan espectacular que un control rojo del medio campo bien podría hacer sangre rápida y certera en la tradicionalmente invulnerable moral germana.
* Xavi debería ser, pues, una vez más, el director de orquesta que haga desafinar a instrumentistas tan poco rigurosos como Mertesacker o Podolski. Pero la batalla se decidirá unos metros más atrás. Territorio en el que, de momento, Xabi Alonso y Busquets no han dado la menor concesión.
* Villa está en racha. Juega bien y marca. Juega regular y marca. Juega mal y marca. Es un arma de doble filo, claro, pero de momento ha funcionado.


martes, julio 06, 2010

"Los imperfeccionistas" de Tom Rachman

En noviembre de 2008, Qué Leer pasó de manos del grupo Lagardère (sección Hachette Filipacchi, si se prefiere) a MC Ediciones. Fue aquélla una venta que cabría calificar de sorprendente, si bien se halló enmarcada en un proceso más amplio de recorte de gastos y desaparición de cabeceras. Qué Leer no tenía pérdidas; por el contrario, saldaba sus cuentas anuales con unos beneficios que, creo recordar, rondaban el cinco por ciento. Pero, con la llegada de Sarkozy al poder francés, Lagardère había testimoniado el ascenso de un núcleo duro capitalista, para el que un bien cultural del cinco por ciento representaba un mal económico, habida cuenta que un gasto paralelo destinado, digamos, a un fondo de inversión podía traducirse en un beneficio anual, pongamos, en torno al nueve por ciento. París, en su día sinónimo de unos valores a los que la cultura no era ajena, pasó a orbitar en torno al euro. Hachette Madrid, presidida por un grupo de burócratas catalanófobos y más preocupados por hinchar sus pensiones que por mejorar los productos que tenían a su cargo, cumplió funcionarialmente (sin ahorrarse cinismos ni hipocresías en el trato personal). Y Qué Leer, previo despido de cuatro de sus integrantes, pasó a MC, una editorial que ha hecho del “menos es más” su estandarte y que, dificultades propias del Zeitgeist al margen, afortunadamente tiene claro que lo suyo son las revistas, la prensa, el negro sobre blanco (en papel y, si se tercia, que cada vez se tercia más, sobre pantalla), antes que esa nadería especuladora que ha abocado a la economía occidental a su peor crisis desde 1973 (por no decir 1929).

Viene toda esta introducción a justificar un estado de ánimo: el Zeitgeist arriba mencionado hace muy difícil abordar el mundo del antaño llamado Cuarto Poder sin un deje de amargura y un espíritu tirando a pesimista. Tom Rachman, que fue corresponsal de AP en Roma y editor del International Herald Tribune en París, lo sabe bien. Y es por ello que su ópera prima, Los imperfeccionistas (Plata, 2010), el relato de una serie de vidas cruzadas alrededor de un rotativo escrito en inglés pero realizado en la Ciudad Eterna, muestra un gesto tan torcido. Redactada sin tics literarios pero sin caer tampoco en la llaneza estrictamente informativa, Los imperfeccionistas funciona notablemente en un doble nivel: como radiografía de un medio herido por Internet y rematado por el trasvase de valores entre lo cultural y lo material, y como retrato de unos personajes-tipo (el redactor jefe, la correctora, el dueño, la contable, incluso la lectora…) cuyas pequeñas mediocridades, puntuadas por alguna gran tragedia, quizá se marcan en exceso. Uno acaba de leer esta novela y tiende a pensar que sus protagonistas son merecedores de tal estado de la cuestión, que sus maquinadoras y envidiosas cabecitas en verdad merecen la guillotina que pende sobre ellas. No dudo que así sea, pero la suya no es una humanidad menor que la del gremio de conductores de autobús, guías de museo o vendedores ambulantes de helado. Es posible que Rachman haya saldado, consciente o inconscientemente, alguna vieja rencilla personal. Pero resulta innegable que su propuesta hubiera ganado aún más si el catálogo de mezquindades se hubiera acompañado del relato de alguna grandeza. Muy de vez en cuando, sí, pero la prensa también las viene amparando.

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lunes, julio 05, 2010

Famous Last (but one) Words (195)

"Oh, un senyor amb barba, quina por..." ["Oh, un señor con barba, qué miedo..."] - Madre de dos niños comentando al menor de ellos la presencia de este ladrador crepuscular en una mesa contigua, no sé sabe con qué objeto ni a partir de qué referente privado-familiar, ayer mientras el citado ladrador crepuscular desayunaba con O.B. en el Vreneli de la Plaça Rius i Taulet (el niño, a todo ello, sonreía ampliamente).

THAU




sábado, julio 03, 2010

viernes, julio 02, 2010

El asombroso mundo del cameo (9)

Guillermo Arriaga es un hospitalario vaquero en The Three Burials of Melquiades Estrada, sentida y crepuscular cinta de Tommy Lee Jones a la que el mismo escritor mexicano contribuyó con el guión.


Juegos de guerra 2.0

(Su ladrador crepuscular de cabecera realizó este mashup entre una imagen nocturna de Chicago y las famosas ristras numéricas de Matrix para ilustrar un artículo sobre el Daemon de Daniel Suárez en el número 154 de Qué Leer.)