Tras febrero de 2005 (4-5 en el global tras el 4-2 encajado en el partido de vuelta), tras febrero de 2006 (el partido de ida lo anticipamos así y lo vivimos luego así para un 3-2 global camino de la segunda Copa de Europa), tras octubre de ese mismo año (2-3 global, si bien sucedió en tiempos de liguilla y ambos equipos acabaron clasificándose para octavos), el Barça regresará a un Stamford Bridge que ayer vivió una gloriosa noche de fútbol. La sensación es que habrá goles y, por tanto, puede suceder cualquier cosa. La sensación es que el intercambio de golpes deparará el mejor emparejamiento posible hoy día en unas semifinales de la Champions. La sensación es de respeto pero también de ansiedad por medirse a la escuadra que no fue campeona el pasado mayo por un simple resbalón.
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