Como trovador que es, y bueno además, Elliott Murphy no depende de excesos o grandes originalidades. Lo suyo es deambular por esos mundos de Dios regurgitando el folk-blues-rock que corre por sus venas, arrullando al público devoto que tiene repartido entre Sant Cugat y Uppsala, desde Valladolid hasta Ámsterdam, y en ocasiones echando de menos el paraíso primordial y perdido de todo rolling stone que se precie. Dicen, en efecto, que tras 34 años en la carretera el tío Elliott se comienza a vencer ante la melancolía. Que quiere volver a casa. De ahí, seguramente, el título de esta nueva/vieja entrega compuesta por trece temas donde el déjà vu resulta tan recurrente como irrelevante. De ahí, también quizá, el gesto entre acústico y crepuscular de la mayoría de esas piezas, con las notables The Prince of Chaos y Not Enough Time a la cabeza. Sea como fuere, Coming Home Again se acaba revelando absolutamente fiel a la (vieja) primera Ley de Murphy: “el hogar está allí donde cuelgo mi sombrero y empuño mi guitarra”.
(Esta reseña ha aparecido en el número de abril de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de abril de Go Mag)
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