La visión y audición de varios súbditos británicos etilizados y cantando al alimón puede resultar pintoresca y entretenida, pero también esconder no pocas dosis de poesía y sugerencia (oígase, sin ir más lejos, el You’ll Never Walk Alone interpretado por la grada de cierto club de la Premiership). No es la circunstancia, en cualquier caso, de este primer gran hype del año, un trío escocés de canciones tan pintonas, tabernarias y sabiamente producidas como faltas de alma. Se lleva bien Costello Music en una primera escucha; se disfruta aún más a la segunda; a la tercera, no obstante, comienza a deshilacharse en una sucesión de lugares comunes y prestados; lo mismo que sus excéntricas letras, a la sexta o séptima uno requiere, en efecto, de un litro de Guinness si es que desea extraviar las reticencias y volver a aullar enfervorizado. Nadie pidió que la música de pub fuera un arte, pero tampoco es de recibo que nos intenten dar Fratellis por Franz Ferdinand.
(Esta reseña ha aparecido en el número de abril de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de abril de Go Mag)
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