Así abría El País su edición del pasado domingo:
"Los servicios secretos alertan de la actividad de Al Qaeda en España"
Información de portada que era "complementada" a doble página en el interior. Pero, por más que lo intentó, este ladrador crepuscular no fue capaz de dar con un solo hecho novedoso, que no hubiera aparecido antes en otras crónicas y que por tanto justificara tal despliegue informativo (y difícilmente se podrá argumentar ausencia de noticias el día mismo de las elecciones francesas ).
¿Por qué esa innecesaria inyección de ansiedad desde la primera página del diario más vendido en el día habitualmente grande de la prensa? ¿Acaso, en estos momentos en que se está acusando a la anterior administración de posible negligencia en los atentados del 11-M, se quiere transmitir la impresión de que por fin se trabaja contra la amenaza islamista radical? ¿O será más bien que, sabedores de que el lobo aparecerá tarde o temprano, los Pedros de turno avisan a discreción para que luego no se les pueda tachar de poco previsores? ¿No estaremos recorriendo el camino hacia el American Way of Fear, con su tendencia a decretar alertas naranjas o rojas cada vez que la situación política (y no necesariamente terrorista) lo requiere?
"Los servicios secretos alertan de la actividad de Al Qaeda en España"
Información de portada que era "complementada" a doble página en el interior. Pero, por más que lo intentó, este ladrador crepuscular no fue capaz de dar con un solo hecho novedoso, que no hubiera aparecido antes en otras crónicas y que por tanto justificara tal despliegue informativo (y difícilmente se podrá argumentar ausencia de noticias el día mismo de las elecciones francesas ).
¿Por qué esa innecesaria inyección de ansiedad desde la primera página del diario más vendido en el día habitualmente grande de la prensa? ¿Acaso, en estos momentos en que se está acusando a la anterior administración de posible negligencia en los atentados del 11-M, se quiere transmitir la impresión de que por fin se trabaja contra la amenaza islamista radical? ¿O será más bien que, sabedores de que el lobo aparecerá tarde o temprano, los Pedros de turno avisan a discreción para que luego no se les pueda tachar de poco previsores? ¿No estaremos recorriendo el camino hacia el American Way of Fear, con su tendencia a decretar alertas naranjas o rojas cada vez que la situación política (y no necesariamente terrorista) lo requiere?
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