"They said I should not take him to the police, but rather let him pay a dowry for my goat because he used it as his wife." - Sr. Alifi, del poblado sudanés de Hai Malakal, explicando cómo un caso de zoofilia acabó reportándole cincuenta dólares (en cuanto dueño de la cabra) al ser obligadas a contraer matrimonio las dos partes copulantes.
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