Señala Xavier Moret en la primera página de su Boomerang (Viaje al corazón de Australia) que dicho país no sólo cuenta con un Dream Team de especies animales que te pueden hacer pupita o simplemente devorarte, sino que pasa por ser el único del mundo con un primer ministro desaparecido (y pinta que fallecido: se cumplen el próximo 19 de diciembre 40 años del suceso) mientras echaba un par de brazadas frente a la playa: la corriente lo absorbió y jamás tuvo a bien devolver su cuerpo. Sirva tal anécdota, pues, para ilustrar la arbitraria violencia de la naturaleza oceánica, ámbito por el que se pasean, en orden de peligrosidad creciente, arañas venenosas, serpientes aún más venenosas, bestias acuáticas no particularmente venenosas pero notablemente carnívoras, cocodrilos de agua dulce, cocodrilos de agua salada y australianas. Pero ojito, que quedarse encerrado en el hotel tampoco es garantía de supervivencia, habida cuenta la tendencia de las cadenas locales de televisión a programar ciclos dedicados a Paul Hogan y versiones extendidas de las versiones extendidas de las versiones del director de El Señor de los Anillos…
Como can temeroso de
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