Cuatro noches de fiestas del barrio y ya dos agresiones contra el ladcrep-mobile. La primera dejó el retrovisor izquierdo al borde del colapso. La segunda borró del mapa el retrovisor derecho (había pedazos a lo largo de toda la calle) y reventó el frontal de ese mismo lado. La quinta madrugada ha transcurrido sin novedad: concierto en el Casal Popular hasta más allá de las tres y tamborilada callejera con decenas de personas en el cruce de Ros de Olano y Torrent de l'Olla hasta que, a las cinco, los servicios de limpieza han hecho acto de presencia. De la urbana nada se supo más allá de las nueve de la noche: una piedra más en la leyenda que asegura que "el jovent que lluita" cuenta con la protección de cierto concejal del distrito de Gràcia perteneciente a las filas de ERC.
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