A Walkabouts en primera instancia, pero más aún a The Handsome Family en cuanto a uno se le desenfrena la neurona, remite esta banda de Detroit, mixta con matrimonio incorporado, que aquí alcanza ya su tercer trabajo. Una colección de botellines ambarinos de los que poco y nada cabe fiarse: se empieza sonriendo lánguidamente ante la dulce voz de Tracee Mae, balanceando distraídamente el pie al son de la ingenua guitarra country de Dan John, y el siguiente paso consiste en escapar a los pantanos para llorar el amor perdido, el orgullo baqueteado y la redención imposible. Venían los Miller de interpretar a Luther Perkins y señora en Walk the Line, venía su “Little” Jack Lawrence de empuñar el bajo en Raconteurs, pero ni los unos ni el otro han dudado a la hora de bajar el mentón tres cuartos, extraviar la mirada en el infinito y dejarse poseer por el colectivo de almas perdidas de Yoknapatawpha. Disco hermoso y letal el suyo, pues; trece besos de absenta entre los que se cuenta, por cierto, una versión del Child of the Moon de los Stones.
(Esta reseña ha aparecido en el número de noviembre de Go Mag)
(Esta reseña ha aparecido en el número de noviembre de Go Mag)
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