Vaya este post dedicado a la correctora suplente que el mes pasado extralimitóse en sus funciones y re-redactó partes de la sección de cine por este ladrador crepuscular firmada en el número de abril de Qué Leer. He aquí uno de los cuerpos del delito…
Mi verdad: “A los sesenta años, David Kepesh comienza a verle las orejas a ese lobo que viste de negro e insiste en presentarse de una guadaña acompañado. Motivo por el que se aferra tanto a sus clases en la universidad como a las curvas de sus ex alumnas. Al punto que una de ellas, Consuela Castillo, se le antojará de repente su última gran oportunidad erótica.”
Su traición: “A los 60 años, David Kepesh comienza a verle las orejas a ese lobo que viste de negro e insiste en presentarse acompañado por una guadaña. Por ello se aferra a sus clases en la universidad tanto como a las curvas de sus ex alumnas. Hasta el punto de que una de ellas, Consuela Castillo, se le antojará de repente su última gran oportunidad erótica”.
miércoles, marzo 26, 2008
Correctora traidora
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