domingo, mayo 22, 2011

Dos reflexiones con las urnas aún calientes

1. La derecha vota. Si la izquierda no lo hace, si se abstiene también lo que podríamos considerar centro (por su rechazo a los respectivos grandes partidos de derecha e izquierda), la derecha gana por goleada. Y la derecha sólo tiende al cambio cuando ha habido un primer cambio antes: es reaccionaria, devuelve las aguas a lo que considera su cauce, pero no se caracteriza por su originalidad revolucionaria. Ahí el gran error del 15M, un hermoso brindis al sol que rechazó la cualidad más importante a la hora de desenvolverse en la res politica, el pragmatismo, mientras se dejaba llevar por la menos efectiva, la emoción. Cierto es que los resultados hubieran sido los mismos sin su movilización y que dicha movilización añade un apartado de esperanza a nuestro escenario cívico y político. Pero se trata de una esperanza a medio-largo plazo y, en el corto, deberá lidiar con un país monopolizado por las posiciones que, a priori, se encuentran más alejadas de las suyas.

2. Con un aumento de cuatro concejales (81% escrutado), el PP se convierte en la fuerza más votada de Badalona. Puede tomar nota Rajoy del éxito de su pequeño experimento xenófobo: funciona, otorga triunfos. Atentos a la "popularización" del mensaje racista, pues, de cara a las generales de 2012.