(Domingo por la mañana. Ella le hace un masaje.)
Él: Oh, si alguien me hubiera relajado de esta manera ayer noche... Me habría ahorrado dos horas dando vueltas en la cama y escuchando todas las conversaciones del barrio.
Ella: Lo siento, no volveré a salir de fiesta.
Él: ¿Y te meterás en una cajita y aparecerás de un salto cada vez que te necesite?
Él: Oh, si alguien me hubiera relajado de esta manera ayer noche... Me habría ahorrado dos horas dando vueltas en la cama y escuchando todas las conversaciones del barrio.
Ella: Lo siento, no volveré a salir de fiesta.
Él: ¿Y te meterás en una cajita y aparecerás de un salto cada vez que te necesite?
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