
Se presenta tal relato de soledades y desencuentros bajo la interpretación marca de la casa: tras su argumento aparentemente plano, de sucesos comunes y corrientes, narrados con ritmo entrecortado y desnudo, brota una melodía desencantada a cuyo influjo el lector no podrá escapar durante varios días. La novedad, y hablamos ya en términos de guinda, vuelve a radicar en la nacionalidad de la atmósfera general de la obra: donde Agnes mostraba maneras norteamericanas y Paisaje aproximado era dueña de un dramatismo muy escandinavo, la afectación gala de Tal día como hoy, con sus fantasías de muerte accidental e idealizada recuperación amorosa, individualiza esta historia mil veces vista, pocas veces tan bien contada.
(Esta reseña ha aparecido en el número de marzo de Go Mag)
No hay comentarios:
Publicar un comentario