Rectificar no es sólo señal de sabiduría; en ocasiones te evita el exilio y hasta te salva la vida. 120 minutos tuvo Van Basten para alterar su centro del campo, que los rusos enmarañaron en defensa y superaron cual caballería cosaca en ataque. No supo y se vuelve a casa. Al otro lado del televisor, tres predicciones ha errado ya este ladrador crepuscular. Por ello, y porque hay quien amenaza con filtrar su carácter de enemigo potencial de España entre los asistentes al Congreso del PP, permítanme que apueste por el combinado azzurri de cara al último encuentro de cuartos de final. Al fin y al cabo lo dije ya el primer día: Italia es Italia. Tiene la suerte, tiene la historia y tiene la psicología. Toni no se va a ir de la Eurocopa de vacío y Buffon el insuperable ya ha concedido todos los goles que tenía que conceder. En fin...
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